María Teresa, por favor, relájate
Desde luego, hay que ver, María Teresa, el genio que gastas y cómo te pones por una avispa en el borde del escote. La frustrada retirada de tu candidatura a los premios TP nos ha dejado a todos turulatos, preguntándonos a qué se debía ese arrebato de furia, esa espantá que hubiera firmado el mismísimo Curro Romero. Pero si no es para tanto, mujer, y tú deberías estar por encima de estos oropeles mundanos, de estas rivalidades tontas. Además de haber ganado el galardón hace tres años, tienes un prestigio tan consolidado entre la audiencia que, la verdad, qué más te da que este año no te den el TP a la mejor presentadora o a tu programa el de mejor magazine. A ver. Los argumentos que estás dando para justificar tu decisión no suenan muy convincentes. En primer lugar, porque estos premios -que ya van por la 31ª edición- aún son los más prestigiosos de nuestro país en este campo; después porque sigue siendo el voto popular el que decide quiénes son los ganadores y, finalmente, porque los cambios en el sistema de votación -ya no habrá voto telefónico en directo- no van a alterar ni mucho ni poco los resultados. Así pues, querida María Teresa, no sé si te estarás dando cuenta de que estás haciendo un papelón y que tus quejas parecen más fruto del despecho o la rabieta de una niña caprichosa que una crítica seria y fundamentada por parte de una profesional. ¿Espíritu acaparador, avaricia, megalomanía, simple cruce de cables? Sea lo que sea, sería un honroso y gallardo gesto que arriaras velamen en este asunto, aunque mucho me temo que ayer no se te vería el pelo en la gala y que ya es tarde para enmendar el entuerto. Comprendo por otra parte que tu productora secunde tus ataques; no por nada eres uno de sus buques insignia, pero aún entiendo más, y hasta aplaudo, la postura de Telecinco, negándose a transigir con tu salida de tono. De no haberlo hecho así, el desaire hacia Emma García y su A tu lado hubiera sido mayúsculo, y te recuerdo que estamos hablando de un programa que pertenece a la misma cadena para la que trabajas, así que tu compañerismo -que no debe estar exento de una sana competitividad- también queda en entredicho. Me parece que te estás creando más enemigos de los que ya tenías en tu propia casa y tal vez algún día te lo hagan pagar. Por tanto, mi humilde consejo es que te relajes y te olvides de todo, que tampoco merece la pena; seguirás siendo una poderosa comunicadora aunque no recibas este año la estatuilla. Anda, hazte y haznos el favor. P.D. Tenía pensado dar un repaso a la serie London Street pero tras ver que la han puesto a competir con Cruz y Raya. com he desistido. Es como si al enfermo de jaqueca, tras revelarse inútiles las aspirinas, el médico le recomendara una buena dosis de guillotina.Presumo que alguna cabeza pronto va a echar a rodar, y yo hago críticas, no autopsias. Javier Lorenzo Artículo de opinión publicado en el diario EL Mundo, 19/01/03 Noticias relacionadas
