Críticas

Las nuevas tardes, “Abuela de verano”, Cuatro y la telebasura, según nuestros lectores

Yo, querré ser CUATROº

Toda una maniobra empresarial. Sogecable, la gran triunfadora de esta temporada en el panorama audiovisual español, competía con medio camino hecho en su particular batalla por una televisión en abierto. Conociendo, por sus años de experiencia en los medios de comunicación los avatares del medio, y con la intención de familiarizar a la audiencia en muy poco tiempo, se ha lanzado a la calle a la búsqueda de sus caras, CUATROº caras e interminables colas de periodistas, humoristas y toda clase de artistas con el único requisito de “no ser profesionales”, todo un punto a favor del pueblo, que pocos podrían resistirse a la tentación de aparecer con un programa en televisión sin saber mucho del tema. Sogecable cuenta en la actualidad con un grupo de profesionales capaz de elaborar una oferta televisiva a la altura de las expectativas creadas, al margen de las críticas partidistas y toda la polémica suscitada en torno a la concesión del cambio de licencia por parte del ejecutivo socialista, CUATROº nacerá fuerte y con una programación atractiva de principio a fin, atributos no le faltan. Comprometer al telespectador, a la gente de la calle con el proyecto es sin duda fundamental para que el lanzamiento sea un éxito. A falta de más de un mes para que eche a andar la nueva televisión, son muchos los españoles que, informados al momento de las peripecias del nuevo canal, lo esperan ya con impaciencia. Directa o indirectamente, CUATROº es hoy noticia, antes de que empiece a emitir, y todo parece indicar que, con el lanzamiento de su Web durante la semana pasada, iremos descubriendo cada semana un ingrediente nuevo de su nueva programación, CUATROº será noticia, de alguna manera o de otra, por lo que podría dar sorpresas en sus primeros día cuando nosotros, españoles de andar por casa, cansados de la monotonía de TVE o de las hazañas del nuevo corrillo de Antena 3 y los realitys de Telecinco, queramos ser CUATROº también. La primera impresión es fundamental, cuando el día 4 de noviembre se activen los controles y se enciendan los primeros pilotos de las cámaras de un nuevo canal, Jesús Polanco podría dar el gran campanazo de salida a su televisión en abierto, y quizá algo más, a medio plazo, consiguiendo una audiencia favorable en pocos meses. Medios no faltan por lo que estaremos expectantes. La pregunta que habría que hacerse no recaería en la noticia del lanzamiento, ni siquiera en sus primeros días de emisión y presentaciones; Cuando pase esta temporada de estrenos y lanzamientos, ¿querremos seguir siendo CUATROº? Entonces habría llegado la hora de la verdad, la hora de la verdadera innovación y de la calidad de sus contenidos, de consolidarse o no como una alternativa real a la televisión que se hace en la actualidad. Juan Carlos Romero Márquez LAS NUEVAS TARDES

Todo vuelve. Abrigos de años 20, camisas del 40, el aire grunch de los 80… y la televisión de los 90. A las sobremesas retornan historias añejas, protagonizadas por personajes con papeles solariegos que bailan al son de melodías emitidas por orquestas mortecinas. La señorial “Pasión de Gavilanes” se mezcla con la baladí “El auténtico Rodrigo Leal” y con otras aún más novelescas como “Amarte así Frijolito”. Vienen más pisándole los talones, aunque las televisiones no desvelarán todos sus secretos hasta bien entrada la estación otoñal. ¿Por qué ha cambiado el color de las tardes? Hace apenas una década, las telenovelas plagaban la programación diaria y la audiencia caía a un ritmo vertiginoso. Se pasó, en cuestión de meses, de un fervoroso seguimiento a un desamparo absoluto. Las patrañas comenzaban a repetirse y los telespectadores empezaron a cansarse de saber de antemano cuestiones tan preponderantes como la forma en la que perecería “la malísima”, el rostro descolgado de la antiestética amante o el momento en el que el protagonista se percataba de cuánto la quería. Eran historias calcadas que no despertaban la sensibilidad ni siquiera de las bostezadas amas de casa. Hoy día, los melodramas vuelven a repetirse pero el marco en el que nos encontramos no es el mismo. Gracias a las telenovelas de la tarde, los telespectadores han podido salir del reality show en el que estaban inmersos. Un mundo en el que empezaban a mezclarse jóvenes cantantes, personajes en busca de la casa de sus sueños, afamados granjeros y todo un universo de freakes que encontraron en la caja tonta el lugar idóneo para hacer tonterías. No es raro que vengan pisando fuerte, no sólo de Latinoamérica, sino de todos los rincones del mundo. La hartura de telerealidad ha propiciado que las series de ficción se impongan en nuestras vidas. En pleno siglo XXI nos tranquiliza pensar que todo lo que vemos es pura mentira y no la triste realidad que nos rodea. María del Rocío Martín Segura

ABUELITA, DIME TÚ...

Tres semanas lleva en antena la nueva telecomedia de TVE,“Abuela de verano”. Este es el primero de los numerosos proyectos de la cadena para esta temporada ,que empieza muy competitiva. Estos proyectos (el drama costumbrista “Mujeres”,la comedia desarrollada en el mundo televisivo “Fuera de control” y la telenovela histórica “Amar en tiempos revueltos”)gozan de un planteamiento inicial muy original ,con ideas frescas y objetivos ambiciosos, pero lamento decir que no espero mucho de ellas tras la decepcionante “abuela”. Y es que esta serie lo tenía todo para triunfar: basada en una exitosa novela autobiográfica de la popular escritora Rosa Regás, una actriz con encanto para el papel protagonista (Rosa María Sardá) y un argumento familiar (no sé si intentando repetir el éxito de la ridícula “Ana y los 7”)ideal para el consumo infantil. Pero, ya desde el principio, las cosas no estuvieron bien planeadas: en vez de emitirla en la adecuada temporada estival, se estrena en septiembre con la dura rivalidad el mismo día de la fuerte “Motivos personales” y la insoportable “A tortas con la vida” que, como cuenta con la irregular firma del todopoderoso Moreno, ha cosechado un éxito aceptable. Por otro lado, “Abuela de verano” es técnicamente insuficiente, lo que puede no convencer a espectadores acostumbrados a la calidad visual de “Hospital Central”,“El comisario” o la mencionada “Motivos”(lo que no hace más que reafirmar la opinión de que su mejor temporada de emisión hubiera sido el verano, siendo además la época donde transcurre la historia).Y,¿qué decir del guión? Está lleno de “clichés” y tópicos mil veces vistos en este tipo de relatos multi-familiares, como la también desaprovechada “Doce en casa”.Es decir, los guionistas han tenido un precioso caramelo en la boca y, en vez de saborearlo, han optado por tragarlo ,sin mirar el jugo que podrían haberle extraído. Uno saca la conclusión de que se ha trabajado con prisas, sin fijarse en los detalles. Ni tampoco en el casting, ya que la mayoría de los chavales escogidos para los papeles infantiles no transmiten absolutamente nada (tampoco podían hacer mucho teniendo en cuenta lo “déja vu” que resultan ser las formas de actuar de los insulsos personajes). Los secundarios tampoco dicen nada (imagínense, ni la interpretación de Sardá es del todo convincente). La historia se pasa de ñoña, careciendo de ritmo y los chistes blancos no funcionan. Lo más destacable son las reflexiones literarias de la protagonista sobre la infancia y la juventud. No he tenido el gusto de leer la novela, pero espero que fuera mejor que esta decepcionante e innecesaria adaptación televisiva. En cuanto a la audiencia, su comienzo fue brillante (rozando los 4 millones), pero en la segunda emisión ha caído en picado. Se puede entender. Álvaro Gómez Illamarendi Canal Sur Televisión emite en horario de máxima audiencia “Mejor lo hablamos” El programa “Mejor lo hablamos” ha iniciado, según informa la página web de Canal Sur, el pasado miércoles (21 de septiembre) (22:45 horas) su segunda temporada en antena con un debate sobre la situación actual de la televisión en España, cuando se cumple un año de la llamada de atención del Gobierno sobre las programaciones de las distintas cadenas, que concluyó con un acuerdo de autorregulación en el que incidía en la protección del menor. El espacio presentado por Rafael Cremades proponía un debate entre profesionales de la televisión, expertos y telespectadores. Por parte de los profesionales han intervenido Paco Lobatón, Manuel Campo Vidal, Roberto Sánchez Benítez y Ana García Lozano. Por parte de los expertos participaron Lorenzo Díaz (sociólogo). Pilar Rahola (periodista) y Alejandro Perales (representante de consumidores y usuarios en la Comisión de Seguimiento del Código de Autorregulación de la Televisión). La artista Dolores Abril representó al público que contó además con la opinión de la calle, a través de una encuesta, y la de los telespectadores, que participaron en directo a través del teléfono y mensajes de SMS. En el debate se plantearon, entre otras, las siguientes cuestiones: ¿Han cambiado las televisiones en España?, ¿Está reñido el éxito de audiencia con la calidad?, ¿La audiencia es víctima o responsable de la oferta televisiva?, ¿Es la regulación una forma de censura?, etc. Es difícil sintetizar en pocas líneas el desarrollo del debate que, por otra parte, alcanzó momentos brillantes. En líneas generales el debate se polarizó entre la siempre polémica Pilar Rahola –defendió la tesis de que la televisión es un divertimento y por consiguiente no había que preocuparse demasiado por el Código de Autorregulación- y el resto de los participantes -insistieron en que la televisión no sólo es divertimento sino que además influye en nuestras actitudes y comportamientos, por lo que es necesario tener un cuidado especial en las horas de máxima protección (de 17 a 20 horas) para los menores de edad-. Emilio Fuentes Romero *Vertele no se hace responsable de las opiniones vertidas en este apartado

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