El pasado jueves debutó en la televisión de Estados Unidos The apprentice (El aprendiz), un reality show en el que un grupo de 16 jóvenes ambiciosos pelean por conseguir un puesto de trabajo en la compañía del magnate empresarial Donald Trump. Según informa Reuters, el programa de la NBC consiguió el mejor registro de audiencia de un estreno en cualquier cadena norteamericana desde el lanzamiento, el pasado mes de enero en Fox, de Joe Millionaire (el exitoso concurso de solteras que trataban de conquistar a un albañil al que creían millonario). Alrededor de 18.5 millones de espectadores siguieron el estreno de The apprentice, que se emitió después de Friends. El magnífico colchón de espectadores que le dejó la telecomedia de Jennifer Aniston, así como la intensa campaña de promoción que ha acompañado al estreno del reality de Donald Trump, han podido contribuir a este excelente arranque. “Siempre he disfrutado ayudando a crecer a ejecutivos prometedores; este programa es una manera de descubrir una nueva generación de líderes empresariales de una forma divertida, entretenida y agresiva; pero no por ello diferente al verdadero mundo empresarial”, ha declarado Trump. Un éxito en el target comercial El programa también conquistó a los espectadores con edades comprendidas entre los 18 y 49 años (9.1 de rating), el segmento más apreciado por los anunciantes que determina el éxito o fracaso de un programa de prime time en EE.UU. Si comparamos estos datos con los obtenidos por el estreno de Joe Millionaire, el programa de la Fox registró entonces 18.6 millones de espectadores en total y un 10.1 de rating en el llamado “target comercial”. No pudo con “CSI” A pesar de su excelente debut, The Apprentice no pudo con la imbatible ficción de la CBS, CSI: Las Vegas, que congregó a 27.5 millones de espectadores y encabeza el ranking de espacios más vistos de la jornada. Una idea del productor de “Survivor” The Apprentice es una idea del productor ejecutivo de Survivor, Mark Burnett. Un grupo de jóvenes empresarios compiten por conseguir un trabajo de “alto ejecutivo” en alguno de los negocios del imperio de Donald Trump, con un salario anual de 250.000 dólares. Divididos por sexos en dos grupos, los ocho hombres y las ocho mujeres miden su capacidad para los negocios a través de una serie de pruebas laborales asignadas por Trump. Cada semana, al final del programa, Donald Trump despide a uno de ellos. En el estreno del programa, el equipo femenino ganó al masculino en una prueba que consistía en vender limonada en las calles de Manhattan (Nueva York).