'El mal de la juventud' de la generación perdida

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

El actor y director Andrés Lima retrata los dilemas de la madurez en la función 'El mal de la juventud' (Ferdinand Bruckner, 1926), que refleja los dilemas vitales de un grupo de muchachos en el Periodo de Entreguerras, el campo de batalla de la llamada 'Generación Perdida'.

La obra, cuyo estreno absoluto tendrá en el Teatro de La Abadía en Madrid y que se prolongará hasta el próximo 28 de noviembre, narra la historia de un grupo de jóvenes en una época llena de contradicciones donde la pulsión artística se enfrenta a la pulsión autodestructiva.

En declaraciones a Europa Press, Andrés Lima ha subrayado la importancia de representar esta obra “para, por y sobre la juventud”, ya que, en su opinión, es necesario presentarla “ante la gente que todavía tiene capacidad de cambio y en un sitio para el debate”.

“Todos nosotros sacamos la energía de la juventud, porque todos hemos sido jóvenes. Si tu teatro quiere decir algo, yo creo que hay que plantarlo no solamente en la edad o clase ya establecida sino en la gente que todavía tiene capacidad de asombro”, ha señalado Lima.

En su camino hacia la madurez, los personajes de la obra de teatro se enfrentan a las incoherencias de su tiempo desde el prisma de la juventud, en el que cada paso supone una traición a los ideales primigenios y en el que cada traición queda registrada en su memoria.

“No se trata analizar el aburguesamiento en términos de bien o mal, de malo o bueno, sino simplemente del hecho, que se contrapone con el suicidio, o te aburguesas o te suicidas. Ellos hablan de aburguesarse en cuanto a aceptar las reglas, unas reglas impuestas”, ha asegurado.

Según el director, una vez que el ser humano supera la juventud “tiene que empezar a pactar y a traicionarse”. “Yo creo que eso es la vida, y hay que aprenderlo a hacerlo bien y bonito. Pero creo que la otra alternativa es igualmente válida para quien quiera”, ha señalado.

LA GENERACIÓN PERDIDA

En los años veinte, un grupo de escritores personificado por Ernest Hemingway, William Faulkner o Francis Scott Fitzgerald acuñaron el sobrenombre de 'Generación Perdida', que sufrió en sus carnes las consecuencias de las dos guerras mundiales y del 'Crack de 1929'.

Este grupo, que compartió parte de su esencia e incluso su denominación con diversos creadores de toda Europa, mantiene su influencia sobre los artistas actuales, que reviven su memoria y la fuerza de sus ideas en un momento de desafección por la realidad.

Según Andrés Lima, se habla de 'Generación Perdida' “porque se destruyó después con la Segunda Guerra Mundial”, pero, en su opinión, “todo” el arte, el pensamiento y la ciencia “que queda de esa generación nos sobrevivirá muchos años, como la obra de Freud”.

“Es una sociedad que muere enseguida, entre los que han muerto ya en la primera guerra, los que quedan en tiempos de crisis y después la segunda guerra; pero no está perdida en cuanto a ideas. Es gente que ha alimentado todo el siglo XX y de la que todavía vivimos”, ha dicho.

El autor de la obra, el búlgaro Theodor Tagger (conocido como 'Ferdinand Bruckner'), pertenece a esta generación de autores 'perdidos' que dinamitó las convenciones. En su carrera, el dramaturgo bebió del arte expresionista y de la influencia de Freud y Nietzsche.

Etiquetas
stats