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Ángela Mena y su cuñada piden a 'El Día' una indemnización de 300.000 euros

Ángela Mena, Caridad Rivero Baute,la hermana del presidente del Gobierno, y Candelaria Pérez Machado reclamaron este miércoles 300.000 euros a la empresa editora de El Día y a su director-propietario, José Rodríguez Ramírez, por los daños y perjuicios ocasionados por los editoriales del periódico tinerfeño y la publicación de un poder notarial por el que se habría creado una empresa en México, lo que las demandantes aseguran que es falso.

La esposa del presidente del Gobierno reclama una indemnización de 60.000 euros, mientras que las otras dos demandantes reclaman el doble cada una “por no tratarse de personajes públicos”, según explicó su abogado, Miguel Méndez Itarte, a la juez del juzgado de Primera Instancia 3 de Santa Cruz de Tenerife, en el que se celebró el juicio.

En total fueron 624 los “insultos y vejaciones”, según Méndez Itarte, que a lo largo de 178 editoriales, publicados desde junio de 2011, le ha dedicado Rodríguez Ramírez a Ángela Mena, entre otros, “caudilla”, “caníbal”, “caradura”, “sinvergüenza”, “mafiosa”, “incompetente”, “ave de rapiña”, “ruin”, “analfabeta” y “buitre”, mientras que a Caridad Rivero y a Candelaria Pérez las involucró “en un delito de evasión de capitales en un supuesto paraíso fiscal”.

“Solo aconsejo”

Sin embargo, el director-editor de El Día negó durante el juicio haber imputado o achacado delito alguno a nadie, y en cuanto a los insultos a Mena sostuvo que no lo eran, sino que se trataban “de calificaciones, apodos a alguien expuesto a la crítica política, porque nunca he hecho ataques personales ni a su familia”.

En la misma línea, José Rodríguez tampoco consideró “imprudente” que en un editorial sostuviera que tanto Paulino Rivero como su esposa debían abandonar Canarias antes de acabar como el matrimonio Ceaucescu o Mussolini y su amante Clara Petacci. “Es correcto”, matizó el periodista. “Lo único que hago es aconsejar el buen comportamiento político”.

Tras llamarle la atención por excederse en su “tono enfático”, la juez le preguntó si cuando interpuso una demanda contra CANARIAS AHORA, por ser llamado don Pepito, él consideraba que se le estaba atacando como persona, a lo que respondió que “por supuesto y ahora se me ha ofendido de nuevo”.

Las licencias de radio, como telón de fondo

Gran parte del juicio giró en torno a la negativa de El Día a rectificar la publicación del 19 de junio de 2011, que se centraba en un supuesto poder notarial, firmado por las tres demandantes en el Consulado de España en México, para constituir una empresa en ese país, y que el consulado ha certificado que era falso, y todo ello como una posible venganza de Rodríguez por no haber sido adjudicatario de una licencia para radiodifusión en frecuencia modulada.

Con respecto al poder notarial, el demandado admitió que intentó verificar si se trataba de un documento verdadero, “pero no lo pudimos precisar”. De cualquier forma, añadió, “lo único que hicimos fue un refrito de lo que ya habían publicado otros medios, entre ellos Kanarileaks, y se publicó una información que es ejemplo de pureza, limpieza y pulcritud”.

Insistió en este punto, que la noticia sobre los papeles de México era “pura y angelical”, motivo por el que se negó a publicar su rectificación hasta que fue obligado a ello judicialmente.

En cuanto al certificado del consulado que se le intentó hacer llegar horas antes de la publicación del supuesto poder notarial, el demandado recalcó que él no recibió certificado alguno porque estaba en su casa descansando.

Ataques “por el simple hecho de compartir mi vida con una persona”

De las tres demandantes, solo declaró Ángela Mena, quien aclaró a la juez que si pide una indemnización económica es “porque de alguna manera algo tiene que parar esto. Llevo un año resistiendo los insultos y vejaciones por el simple hecho de compartir mi vida con una persona”.

Añadió que los calificativos que le ha dedicado el que antes era su amigo (hasta el extremo de escribir artículos alabando la línea editorial del periódico) “van más allá de la crítica política y son calificativos personales”.

Mientras el abogado de Mena y las otras dos demandantes sostuvo que el proceder del director de El Día está basado en “la mala fe y espurios intereses”, y que “si tiene tantas condenas quizás sea por lo poco que le importan los derechos fundamentales de los ciudadanos”, el abogado del editor-director uso la misma estrategia que en juicios anteriores, y sostuvo que las informaciones se enmarcan en el derecho a la información, mientras que los editoriales “son libertad de expresión”.

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