Desarticulada una banda que falsificaba permisos de conducir en Gran Canaria
La Guardia Civil ha desarticulado en Gran Canaria una banda dedicada a la falsificación, al tráfico de drogas, robo con violencia e intimidación, corrupción de menores, extorsiones, coacciones y amenazas, entre otros delitos, y ha detenido a 36 personas.
La organización estaba integrada por ciudadanos españoles, cubanos, bolivianos, colombianos, marroquíes y argelinos.
La denominada Operación Faysán se inició a mediados de noviembre del pasado año, al existir indicios de la existencia de una red dedicada a la venta de permisos de conducir franceses falsos que eran presentados ante la Jefatura Provincial de Tráfico en Las Palmas.
Los permisos de conducir falsos eran vendidos posteriormente por cantidades que oscilaban entre los 2.000 y los 3.500 euros.
Las investigaciones permitieron descubrir que entre los cabecillas de la organización había conocidos delincuentes de Gran Canaria, a los que se les incautó permisos de conducir franceses falsos, fotos y fotocopias de supuestos compradores de estos documentos, así como permisos franceses falsos ya confeccionados y dispuestos para su entrega.
La banda estaba perfectamente estructurada, ya que disponía de personas que se dedicaba a captar a los clientes, así como a la recogida del dinero, que se hacía en dos pagos, 1.500 euros al inicio y 1.500 o 2.000 a la recepción del permiso.
La persona de contacto para la compra de los documentos era un súbdito argelino que los recibía a través de correos o mensajería provenientes supuestamente de Barcelona.
Los encargos de los permisos se hacían a través de locutorios o personalmente trasladándose a la ciudad condal, donde entregaban la documentación para su confección, así como el dinero.
Una vez falsificados, los remitían divididos en varios sobres por correos o mensajería a destinatarios que cambiaban frecuentemente y de confianza para ellos, con el fin de que en caso de que se detectase algún envío no se interceptase el resto.
Tráfico de droga
Esa organización se dedicaba también a la compraventa de sustancias estupefacientes, tanto hachís como cocaína y anabolizantes, en grandes cantidades, para lo que utilizaban la extorsión y las amenazas.
En una ocasión, sus integrantes dieron una paliza a un ciudadano colombiano que permaneció tres meses en estado de coma.
También llegaron a planear el secuestro de una persona de origen boliviano para conseguir información para localizar una partida de cocaína que llegó a Gran Canaria.
Para ello habilitaron un contenedor de obra y trataron de secuestrarlo, pero en una de las ocasiones la víctima logró zafarse cuando lo introducían en el maletero de un coche y pedir ayuda en un bar.
En otra ocasión, la presencia de una pareja de la Guardia Civil evitó el secuestro.
Algunos de los integrantes de la banda también están acusados de abusar sexualmente de una menor de 15 años que previamente había sido ofrecida por una mujer.
La niña era prostituida por uno de los cabecillas entre los reclusos del centro penitenciario de Salto de El Negro que salían con permisos de fin de semana.
La investigación, que sigue abierta, ha permitido detener a 36 personas, cuatro de ellas mujeres.
