Hablando de dimisiones

A la espera de lo que pueda enfriar el ambiente el puente del martes de Carnaval, se pone buena la cosa en torno a los asuntos de corrupción que se investigan en Canarias. La táctica del eje Teresitas-Tauro de descalificar a los investigadores ha entrado en una nueva fase: una vez abandonados los jueces y fiscales por razones obvias (luego entraremos en ellas, si les parece), toca darle a la Policía, personalizándolo directamente en el jefe de la Brigada de Información de Las Palmas y en el superior jerárquico de éste. Ha sido Soria, al que en nada afectaban los últimos acontecimientos judiciales y policiales del TSJC, el que ha pedido la cabeza del jefe superior de Policía, puesto ahí por el ministro del Interior, alegando que es el jefe del inspector acusado de filtraciones. Puestos a pedir dimisiones por las cosas de los subordinados, podríamos hablar de los alcaldes del PP detenidos y de la identidad del que es su jefe en Canarias.