Isolux da la cara

Es de agradecer en los tiempos que corren que las empresas que se sitúan -voluntaria o involuntariamente- en el ojo del huracán den la cara. Lo hizo ayer Isolux, la famosa compañía que fabricó los dos bastidores de desalación para Las Palmas de Gran Canaria tras aquel polémico concurso que el Ayuntamiento trastabilló hasta límites difícilmente soportables por la termodinámica. Su consejero delegado ofreció en Las Palmas una rueda de prensa para sacudirse cualquier tipo de responsabilidad, pero sin aclarar lo más mínimo dónde habrá que encontrarlas. Y lo explica de manera clara: si no nos enchufan la luz no podemos probar los módulos de desalación, luego todavía es aventurado decir que hemos hecho una chapuza. Tendremos que esperar, por lo tanto, a que termine la investigación que ha encargado la alcaldesa, y comprobar a continuación qué informe es el bueno, si el de cuatro folios que habla de ausencia de un generador del Cabildo que arroje luz sobre el asunto, si el que habla de membranas pegadas inservibles o aquel informe verbal de Emalsa que dio lugar a esta gran pelotera.