Paulina, de lujo

Todavía no se han apagado los sonoros ecos dejados por Paulina Rubio y su pedazo de play-back en el parque de Santa Catalina, ni los sonoros resoplidos (a veces suspiros) de gran parte del personal masculino, encantado de comprobar que hay fábricas textiles capaces de manufacturar pantalones tan microscópicos, y sigue siendo noticia la arrebatadora mexicana. Desde Fiestas del Carnaval, entidad pública que organiza y ensolera el acontecimiento más popular (con perdón) del año, se sostiene que el caché de la artista fue de unos 60.000 euros, lo que ya tiene su enjundia sin forzar las cuerdas vocales. Es cierto lo de esa pasta, pero la cosa tuvo muchos más pagos, que elevaron esa cantidad inicialmente a 114.000 euros (primeras informaciones oficiosas), para situarla finalmente en 126.000 (segundas informaciones oficiosas). Es decir, 21 millones de pesetas, pasajes, estancias, dietas y atenciones incluidos (o al menos eso esperamos). Claro que si usted pide facturas se encontrará con que, efectivamente, por el concepto “concierto de la Rubio” aparecerá una de 60.000, pero llévese un contable experto en encontrar pagos por servicios diversos y se divertirá un rato. Y lo de Rato esta vez no va con segundas, jurado.