El primer regreso de los dioses del mar: II Travesía a Nado Isla de La Palma

Unos instantes antes de empezar la Creación, El Creador le preguntó a José Miguel Jaubert que para qué fecha él quería celebrar la II Travesía a Nado Isla de La Palma. Pepe le respondió que el día 3 de octubre del 2015, después de Jesucristo, pero que tempranito, pues creía que se iba a meter viento después de las doce horas, y acertó. Pepe siempre acierta en sus vaticinios.

Es verdad que los dioses del mar echaron una mano, pero sin la de sus hijos, yo llamo hijos a todos los que buenamente ayudaron, no hubiese sido posible el gran éxito de la prueba, nacida el año pasado en unos buenos astilleros, que se consolida, va a mas, y el de la organización.

Estábamos el viernes anterior en la celebración de Los Santos Ángeles Custodios con Jesús Godoy, ese Ángel carnal que tiene la Comisaría, tomándonos unos vinitos ‘Solar de Estraunza’, los últimos de ellos en el Club, cuando llegó David Meca del Aeropuerto, que había venido en el vuelo de Madrid. Jesús se disculpaba por no poder estar en la Travesía, pues se iba a primera hora del sábado para Lanzarote, iniciaba sus vacaciones con Rosa. David atendía sonriente y con una educación exquisita a todo el mundo que se dirigía a él, y que le pedían dejarse hacer una foto con ellos.

Le pregunté a Pepe que cómo había conseguido que viniese David este año también. “Miguel, me llamó él para venir, y viene desinteresadamente”. Sonreímos. Yo con la piel de pez, hoy no puedo decir que de gallina, me imagino que Pepe otro tanto, asintiendo ambos, “todavía quedan gestos como este” ¡Cuando se prodiga hospitalidad, de la buena, es esto lo que se ha de recoger siempre, aunque a veces no ocurra así, pero en este caso, estamos hablando de un caballero del mar, David, que vino a regalarnos veinte y cuatro horas justas de su vida!

David me parece un ser humano excepcional y exquisito, lo noté cuando estuve el año pasado con él, y en unos pocos ratos que disfruté de él este año. Se cruzaban bromas. Un amigo decía que él iba a salir desde el Faro de Fuencaliente al mismo tiempo que David de La Bajita, y que lo iba a ganar de forma aplastante.

No vi a este amigo en la entrega de trofeos, lo vi el domingo a mediodía, que vino a visitarme a la tienda, y me dijo que se empecinó en llegar nadando hasta el Faro de Barlovento olvidándose de la competición. Le entró lo que se llama borrachera del nadador. Es un fenómeno como el del borracho, pero que en vez de no poder parar de beber, el nadador no puede parar de nadar. Vino a traerme la foto suya en el podio autoproclamándose ganador de todas las categorías, y de paso a preguntarme si no había una botella de cava Llopart para su apabullante victoria moral. Yo le respondí que por qué no nos la tomábamos juntos, entre los dos, escuchando jazz, y accedió a ello; fue la primera de unas tantas botellas que le siguieron en la tarde.

El trabajo de los hijos de los dioses del mar ha sido duro, aunque a veces no se vea. Por cierto, escribiendo la palabra ‘ver’, acabo de ver (valga la redundancia) unas fotos submarinas de los nadadores que me acerca mi hija María, son otro destello más de la calidad del espectáculo, como el de la natación sincronizada, y tantas cosas más que se cuidaron de hacer, las actividades de zumba y la batucada en Breña Baja. El trabajo fue una red de pescar muy laboriosa de hilvanar, le dio forma una multitud de participantes, unos de aquí, otros venidos de tantos sititos de fuera, y otras tantas personas, humildes y anónimas, que estuvieron en la labor casi un mes para que saliese todo bien, hasta llegar a las personas encargadas del impecable servicio que tuvimos en las mesas, durante la comida, por parte del restaurante del Club.

Os felicito a todos, y a ti, mi querido amigo José Miguel Jaubert, que estás consiguiendo con las ‘Travesías a Nado Isla de La Palma“, con esta otra hija tuya, al contrario de cómo dice el bolero: ”Que el mar se junte con el cielo“, al menos un día al año.

Esther R. Medina, querías un articulo cortito, este lo escribí en un papel de fumar que se dejaron olvidado en el Real Nuevo Club Náutico, y con un bolígrafo que pedí prestado en la barra. ¿Te vale así?

Abrazos por El Lado del Corazón. Salud y Alegría Interior

Las Cosas Buenas de Miguel