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¿Cuáles son los 5 objetivos de un Emprendedor para 2017?

Rayko Lorenzo

Finaliza el año, ultimamos compras para regalar al amigo invisible, el vanguardista Papá Noel, los Reyes de toda la vida… Además, comenzamos la brega de comidas de empresa, antiguos amigos de la promoción del 77, la del equipo de fútbol, la de las amas de casa… La cena de solter@s, la cena de padres de la guarde, compañeros de mili… (y todo lo que se nos ocurra). 

Pero en el horizonte cercano está el 2017. Arrancará un nuevo año en el que los propósitos de los mortales suelen ser más o menos los mismos cada año: 

  • Hacer más deporte
  • Dejar de fumar
  • Aprender inglés 

Normalmente son objetivos que nos duran lo mismo que una bolsa de chucherías en la puerta de La Palmita. Son metas quizá ambiciosas pero menos realistas de lo esperado. Precisamente esto último es lo que un Emprendedor no puede permitirse, sus objetivos siempre tendrán que ser ambiciosos pero realistas, realizables… cosas alcanzables que, aunque impliquen trabajo y esfuerzo, las puedan llevar a buen puerto. 

Estos son los principales objetivos que deberá tener un Emprendedor en 2017: 

Mejorar el trato al cliente 

Aunque no están en orden, bien es cierto que podría parecerlo; la calidad no suele estar en el precio, está en el servicio, y un correcto trato al cliente deberá ser una asignatura de nota en nuestra nomenclatura emprendedora. Para ello, tendremos que plantearnos muchas cosas, reeducarnos incluso si fuera necesario. 

Cuando un cliente entra en nuestro establecimiento, nos llama o nos hace una pregunta, tenemos que entender que el tiempo (y la forma) que le vamos a dedicar será tan importante como el producto o servicio en sí. Tenemos que dar a entender a nuestro cliente que es único, que estamos en ese momento por y para él. Que ninguna empresa de la competencia le brindará un trato tan exquisito como el nuestro. 

El emprendedor tiene que sonreír, dar los buenos días, ser amable… ¡El favor nos lo está haciendo el cliente, no nosotros a él! Tenemos que conseguir que cuando un cliente salga por la puerta, haya comprado o no, recuerde (y pregone), el trato tan cercano y entrañable que le hemos aportado. 

Ser más creativos 

La creatividad es un arma de destrucción masiva pero en positivo. El comienzo del año será una excelente ocasión para, como emprendedores, trabajar nuestra creatividad. Los clientes perciben sensaciones, experiencias, momentos, detalles… ¿Por qué no probamos a dárselos? No solo podremos ser creativos en productos o servicios, también en todo lo que los envuelve

El Emprendedor tiene que ser un arquitecto creativo que logre recuerdo en el que compra, que impacte, que consiga ser copiado en diseño, en originalidad, en esa creatividad de la que hablamos. 

No recuerdo bien si fue en la Calle Real de Santa Cruz de La Palma, pero una tienda de artesanía y regalos, tenía la silueta de un par de enanos palmeros en plena puerta para que la gente metiera su cabeza y pudiese llevar un recuerdo, a modo de fotografía, de un símbolo tan palmero. El negocio conseguía que su entrada siempre estuviese llena de gente, y ya sabemos cómo somos los mortales de aquí, de Chipude o de Motril: donde va Vicente… va la gente. Además, su imagen daría la vuelta al mundo… la de su logo, la de su tienda… ¿Cuánto les costó la maqueta de cartón? Seguramente muy barata en función de los resultados, muy ligera de amortizar. 

En definitiva, originalidad y creatividad tendrán que ser retos a conseguir en el año que nos viene, otorga resultados muy positivos y suele ser económico en cuanto a ejecución. 

Apostar más por el mundo digital 

El Emprendedor, aunque poco a poco (muy poco a poco), se está dando cuenta que su público objetivo no solo está a pie de calle, también está en las redes, en Internet. Deberemos apostar más por el mundo digital, pero de una manera profesional y orquestada. 

¿Y si nos regalamos una apuesta seria en redes sociales para 2017? No solo vale con publicar ofertas, promociones o los bonitos que son nuestros últimos productos, tenemos que aportar valor al cliente, aportar valor para ser valorados. Si por ejemplo han emprendido un negocio familiar de restauración, no bastará con colgar los platos tan bien elaborados, las ofertas de la hora feliz, o los menús especiales para Navidad, hay que dar ese valor del que les hablaba para que en un futuro puedan pagar por sus conocimientos; tendremos que ofrecer por ejemplo en este caso recetas, trucos y consejos gastronómicos, o información nutricional… 

Estar en las redes por estar, es como ir al Silvestre Carrillo y sentarse de espaldas. Y a un cliente jamás se le puede dar la espalda. Por lo tanto, si el Emprendedor apuesta por tener presencia en Internet, que sea de una manera organizada, con una actualización periódica razonable y ofreciendo contenidos de calidad. Aquí, como en casi todo, también sirve la máxima de que más vale calidad que cantidad

Ver a la competencia como interesantes aliados 

Tenemos la mala costumbre de ser recelosos a la hora de ver al restaurante que nos acaban de abrir al lado del nuestro. Y voy más lejos, solemos incluso entrar en una guerra de precios loca que no conducirá a nada. ¿Por qué no vemos a nuestra competencia con otros ojos? ¿Por qué no la vemos como posibles aliados a la hora de desarrollar acciones conjuntas? 

Hablemos con la competencia, propongamos acciones cruzadas, seguro que hay recorrido para que esa zona de tiendas, de bares, etc. se convierta en un foco de oportunidades que salgan de sinergias. Los profesionales de la pintura pueden hablar con los de aluminios, carpintería o albañilería… Hablamos poco entre emprendedores; hablemos menos por la espalda y más de frente, nos irá mejor. Hagámonos preguntas para poder obtener respuestas. 

Escuchar más al mercado 

¿Cuántas veces hemos escuchado eso de que el cliente siempre tiene la razón? Aunque con lógicos matices, suele ser cierto. El mercado te coloca, ordena al Emprendedor en cuanto a tendencias, requerimientos, necesidades… No pasemos por alto sus súplicas, escuchen al cliente si quiere realmente dar en el clavo. 

Y en este caso pasa igual que en el anterior objetivo, ¿han preguntado alguna vez a sus clientes qué les parecen sus servicios o productos? Pregunten que igual se llevan alguna sorpresa. Pero no se queden ahí, soliciten más información al que les compra. La información es poder y un elemento impepinable para lograr la mejora continua, para optar con fuerza al cambio, para conseguir mejorar los resultados de explotación al final de cada ejercicio. 

Los tiempos cambian y los gustos de los clientes también, por lo tanto, el Emprendedor no solo deberá escuchar al mercado, sino tener los ojos bien abiertos para detectar tendencias, modelos de negocio, oportunidades… 

Después de ver estos 5 objetivos, les tengo que decir que lo más importante es que sean de verdad, que luchen por conseguirlos, que no nos pase como con lo de adelgazar, aprender inglés o dejar de fumar. Quizás no estaría demás pedirle a los de Oriente un saco de buen café para estar muy despiertos ante las oportunidades, seguramente, cuando veamos la rentabilidad que pueden llegar a dejar, seremos más cafeteros

Un saludo. 

Rayko Lorenzo.

www.raykolorenzo.com

 

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