Tres tortugas atendidas en Tenerife por ingesta de plástico y enmallamiento regresan a su hábitat

La playa de Las Teresitas acogió este jueves la liberación de tres tortugas marinas que habían sido recogidas accidentadas en la isla de Tenerife y que ya son aptas para subsistir en libertad. Se trata de tres ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta) que, por su pequeño tamaño -entre 18 y 20 centímetros-, se estima que puedan tener entre uno y dos años.

Las tres tortugas sufrieron los efectos del vertido de basuras en el mar. Dos de ellas quedaron enmalladas y como consecuencia de ello tienen una de las aletas amputadas, si bien ello no le impide su subsistencia en el medio marino. La tercera se vio afectada por la ingesta de plástico.

Así lo explicó el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, durante la suelta de los animales en Las Teresitas, en la que también participó la concejal de Seguridad, Movilidad y Accesibilidad, Zaida González, y el concejal de Medio Ambiente y Sanidad, Carlos Correa, además de unas trescientas personas a las que se les impartió una charla sobre el Programa de Liberación de Tortugas Marinas Rehabilitadas.

Dicho programa es una iniciativa de la Fundación Neotrópico en colaboración con el ayuntamiento capitalino y el Cabildo de Tenerife.

Bermúdez remarcó que “con esta acción son ya 14 las sueltas realizadas, y 33 los ejemplares devueltos al mar este año, lo que refuerza el compromiso de Santa Cruz con la conservación del medio”.

Por su parte, Zaida González valoró la “importantísima” labor de la Fundación Neotrópico, “que no solo contribuye a la conservación de especies que habitan en nuestras aguas como la tortuga boba, sino también a concienciar a los más pequeños, a través de la experiencia de ver el mal que puede ocasionar en estos animales el simple hecho de tirar al mar una bolsa de plástico”.

Caretta caretta, también conocida como tortuga común, caguama, cayume, o cabezona, es una especie de tortuga marina que pertenece a la familia Cheloniidae. Habita en el océano Atlántico, Pacífico e Índico, así como el Mediterráneo, y en Canarias es la tortuga marina más frecuente.

Es considerada una especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los esfuerzos de conservación requieren la cooperación internacional, ya que estas tortugas vagan por vastas áreas y porque las playas de desove aptas para su reproducción se encuentran dispersas en varios países.

El 80 % de los ingresos en el centro de rescate con que cuenta la Fundación Neotrópico, o bien en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) La Tahonilla, que gestiona el Cabildo tinerfeño, se debe al efecto de las basuras, por ingesta de plástico o enmallamiento del animal, esto es enredarse con plásticos, cuerdas, redes y otros despojos que se arrojan al mar. El 20% restante se reparte entre colisiones con embarcaciones, efecto de hidrocarburos en el mar, pesca accidental o patologías diversas.