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El Cabildo experimentará con macetas biodegradables para hacer frente a la desertificación
El Cabildo de Gran Canaria quiere combatir la desertización con el proyecto LIFE+ The Green Link que introduce de manera experimental el sistema Cocoon, una “caja de agua” 100% biodegradable, que se encargará de impulsar el crecimiento de árboles en zonas áridas de la Isla. El proyecto, que cuenta con una financiación de 333.000 euros, se prolongará hasta 2020.
El consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, recordó que “la falta de disponibilidad de agua, junto con el aumento de la temperatura y la escasez de lluvias incrementan el riesgo de desertificación y por tanto, de incendios forestales, así que más que nunca –insistió-, debemos desarrollar medidas de adaptación que reduzcan la vulnerabilidad de nuestros ecosistemas y refuercen la resiliencia de nuestra tierra”.
El coordinador de Espacios Naturales Protegidos, Francisco González, explicó que se plantarán un total de 4.000 árboles. Explicó que ya han sido plantados 2.000 ejemplares de pino canario, sabinas, acebuches y almácigos durante el invierno pasado, y esta primavera, y ha comenzado la plantación de otros 2.000 árboles de las mismas especies“. Todo ello en la finca insular de Tifaracás, en el municipio de Artenara, una de las zonas más áridas de la isla.
El precio de cada Cocoon, o maceta de cartón reciclado, ronda los ocho euros y su excelente relación costo-eficiencia en el uso del agua facilitará el diseño de nuevas estrategias de reforestación a gran escala en aquellas zonas donde el riego sea muy difícil o imposible. Con el proyecto esperan aumentar el porcentaje de supervivencia de las plantaciones en estas zonas del 20% actual a más del 90%.
Dentro del mismo proyecto, añadió González, se plantarán 200 árboles sin Cocoon para evaluar las diferencias entre aquellos que han sido plantados con ellos y los que no, y así poder comprobar la eficacia del mecanismo. Además, se realizarán tareas de seguimiento que midan la biodiversidad y el estado del suelo, y que al mismo tiempo evalúen el impacto del cambio climático y la capacidad de recuperación en el futuro.
Se trata de un proyecto que está en consonancia con las actuales políticas y legislación de la UE, tales como las estrategias de adaptación al cambio climático de la UE (secuestro de carbono, conservación del suelo), y el Plan Estratégico de la UE para la Biodiversidad 2011-2020, entre otras.
El LIFE The Green Link se desarrolla en colaboración con otros socios de España, Italia, Alemania, Grecia y Holanda, y además de en Gran Canaria se plantarán otros 30.000 árboles en 5 lugares España, Grecia e Italia. No obstante, la zona más árida y en la que el sistema se va a testar en condiciones más extremas es en la isla.