El centralismo de Soria

José Manuel Soria tuvo la semana pasada una estancia en Las Palma de Gran Canaria como para publicar en “La Codorniz”, y meterle en su “cárcel de papel”. Se salva Soria de la cárcel papelera y empapelado porque el citado semanario no se está publicando, pero la cantidad de estupideces que dijo entre llegada al aeropuerto de Gran Canaria, y salida para Madrid a los tres días, ha supuesto un record de gilipolleces que le ha sumido en un ridículo ya habitual en el personajillo. Se le ocurrió decir en un periódico local al todavía Ministro de Turismo y Petróleo que estaba deseando que la Unión Deportiva Las Palmas subiera a Primera División para verla jugar en el palco del estadio “Santiago Bernabéu”, y en esta frase reafirmó el muy ministro su vocación de madrileñismo y no aclaró si cuando esto se materialice, que en mi caso espero que sea esta temporada, Soria aplaudirá más al Real Madrid que a los amarillos. Porque no hay que olvidar que hace unos años cuando el Universidad de una forma deportivamente absurda quería competir con la Unión Deportiva, el muy traidor deportivo se puso al lado de los “universitarios” partiendo del supuesto erróneo al no tener ni idea de la historia amarilla que la UD andaba en el trance de desaparecer, pero llegó el juez Juan José Cobo Plana (¡un abrazo cordial, señoría!) y mandó parar.

No les voy a relatar la cantidad de boberías que dijo Soria en esta entrevista, ni el infantilismo que demostró tener cuando se fotografío para publicar y todo vestido de jugador amarillo (¡qué vergüenza!) para tratar de mejorar su imagen en Gran Canaria que cada vez está más por los suelos. Pero dentro de su marcada preferencia centralista, Soria cometió un error de bulto, porque habló de ir al palco del “Bernabéu”, y no citó para nada el del “Vicente Calderón” ó el del “Mansanares”, que me gusta más este nombre, y un amigo canario colchonero y que le ha votado siempre al PP me decía “me ha dado una patada en mis partes nobles al olvidarse del Atlético de Madrid, de Silva, Mújica, Miguel ”el palmero“, ”Lobito Negro“ Hernández, no le votaré nunca más”, y me recitaba el amigo derechoso a todos los canarios que estuvieron jugando a orilla del Manzanares. No citó para nada la posibilidad de ver a la Unión Deportiva ganándole al Real Madrid en el Estadio de Gran Canaria, y lo que aclaró que no va al fútbol cuando está en Las Palmas de Gran Canaria porque su señora esposa no lo deja. El amigo del PP que no se pierde un partido me decía también “pues mi mujer se va con las amigas de paseo, y no me pierdo un partido con los amarillos”. Le dije que cada cual es muy dueño de invertir el tiempo un sábado en otras cosas que no sea ir al “Gran Canaria”.

Del centralismo de Soria hay pruebas políticas y económicas a porrillo. Desde el trato turístico y aéreo dado a Canarias en comparación con otras regiones, por ejemplo Baleares, Andalucía, Valencia, y el insultante paroxismo como defiende las extracciones petrolíferas en aguas canarias, dan una idea exacta de su amor por las islas, y dos barriles de petróleo. Mario Cabrera, presidente del Cabildo de Fuerteventura, lo ha retratado muy bien afirmando que “Soria debería ser proclamado empleado del mes de Repsol”. Es cierto que son muy llamativas sus reuniones con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, y cinco barriles de petróleo, y sus viajes a América Latina invitado por esta compañía pernoctando en hoteles de lujo, y suponemos que a Sudamérica no habrá ido Soria a pescar salmones. El ridículo más espantoso que ha cometido en sus últimas declaraciones ha sido el afirmar que si hay derrames de petróleo, el vertido se irá a las costas africanas y no vendrá a Canarias. Es un experto hasta en corrientes marinas, y un detalle, ha reconocido con esta afirmación que pueden haber derrames petrolíferos y petroleros. Roque Calero debería pedirle algunas lecciones de energías fósiles y hasta alternativas.