Blas Acosta tampoco pega ojo

Y paramos en Pájara. De momento, porque la ruta europea por Canarias da para mucho. Blas Acosta, ese concejal socialista de Urbanismo incomprendido por su visión turbadora de la política de pactos en Fuerteventura, tampoco pega mucho ojo el hombre desde que en marzo empezáramos a publicar sus andanzas con el empresario de Grupo Europa, esta vez, a través de otra de sus empresas, Gardenkit. Por medio hay una venta irregular de parcelas municipales y otra posterior venta privada entre Acosta y Antón, en La Lajita. Y para un juzgado de Puerto del Rosario está previsto que salga estos días el capítulo majorero de Grupo Europa que, miren por donde, no fue a mayores con un contrato similar de asistencia técnica a la Urvitel y Gesmogán del Sur, Gesturpa, por la lengua viperina del empresario madrileño. Cuentan que decía Antón en círculos financieros tener a dos concejales de Pájara, algo así como decía que tenía a Jorge Rodríguez, nominado. Y a oídos de los pobres ediles llegaron semejantes afrentas. Suficientes para recelar un tiempito y rechazar el tercer contrato de asistencia técnica que a punto estuvo de sacar de la esfera del PP todas las pringadas de Grupo Europa en Canarias. Pero hubo más... Plan General de por medio. Correos electrónicos también.

Y paramos en Pájara. De momento, porque la ruta europea por Canarias da para mucho. Blas Acosta, ese concejal socialista de Urbanismo incomprendido por su visión turbadora de la política de pactos en Fuerteventura, tampoco pega mucho ojo el hombre desde que en marzo empezáramos a publicar sus andanzas con el empresario de Grupo Europa, esta vez, a través de otra de sus empresas, Gardenkit. Por medio hay una venta irregular de parcelas municipales y otra posterior venta privada entre Acosta y Antón, en La Lajita. Y para un juzgado de Puerto del Rosario está previsto que salga estos días el capítulo majorero de Grupo Europa que, miren por donde, no fue a mayores con un contrato similar de asistencia técnica a la Urvitel y Gesmogán del Sur, Gesturpa, por la lengua viperina del empresario madrileño. Cuentan que decía Antón en círculos financieros tener a dos concejales de Pájara, algo así como decía que tenía a Jorge Rodríguez, nominado. Y a oídos de los pobres ediles llegaron semejantes afrentas. Suficientes para recelar un tiempito y rechazar el tercer contrato de asistencia técnica que a punto estuvo de sacar de la esfera del PP todas las pringadas de Grupo Europa en Canarias. Pero hubo más... Plan General de por medio. Correos electrónicos también.