Más flecos pendientes en este Gobierno que amenaza con ser el más entretenido de la era autonómica. Puede que todavía estén por cerrar nombramientos, y puede que todavía aparezcan más hermanos y personas piadosas en algún que otro cargo público. Los ajustes llegan a todos los rincones y empresas públicas o semipúblicas, y mientras tanto, se producen incluso orfandades como la que ha padecido Televisión Canaria. Mientras se producía la restructuración gubernamental, la nuestra no ha estado adscrita a ninguna Consejería del Gobierno, lo que no ha significado que se haya estado quieta, aunque sí llena de desazón. Pero este lunes la mano feliz del presidente Martín señalará al elegido para ocuparse del ente más controvertido del mundo de la comunicación local. Como no podía ser de otro modo en un Gobierno participado por el PP, será Luis Soria, consejero de Industria y Nuevas Tecnologías, quien tenga bajo sus afanes a la Radio Televisión Pública Canaria. Si hace caso a su hermano, José Manuel, la tendrá que cerrar. De lo contrario, tratará de controlarla para el beneficio de la causa.