La presencia de vertidos “con apariencia de aguas fecales”, o de un color amarillento, análisis rutinarios que arrojan datos negativos sobre la calidad del agua, u olores “intensos” han sido algunas de las causas por las que ayuntamientos de varios municipios en Canarias se han visto afectados en el último mes por anomalías en sus costas, que han obligado al cierre de playas, de manera temporal, como medida de prevención tras las recomendaciones de Salud Pública.
Además, la presencia de un material orgánico en descomposición en estos municipios y en las zonas de Ingenio y Mogán llevó al Gobierno regional a activar el pasado jueves el Plan Territorial de Emergencia de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias (PLATECA), en situación de alerta por contaminación marina.
Entonces, ¿qué está pasando en el litoral canario? En menos de un mes se han visto cerradas al baño más de una decena de playas: dos en Lanzarote, diez en Gran Canaria, y una en Tenerife.
Vayamos hasta la isla conejera. Aquí se llegaron a cerrar hasta dos playas en un mismo día. Fue el pasado 14 de octubre; una en el municipio de Arrecife y otra en Yaiza.
Según detalló el Ayuntamiento de la capital lanzaroteña, se pidió al Consorcio del Agua, y a su empresa responsable de la red de saneamiento, Canal Gestión, que resuelvan las “anomalías que está originando nuevos vertidos, con apariencia de aguas fecales”, por la zona del Emisario Submarino en la Punta del Camello, y que obligó al cierre de la playa de El Reducto.
En este caso, según informó el propio Consistorio, agentes de la Policía Local se desplazaron hasta la zona afectada y levantaron un acta por una presunta infracción por parte de los responsables del mantenimiento de esta red de aguas residuales.
Desde ese mismo día, el alcalde de Arrecife, Yonathan de León, requirió al Consorcio del Agua y su empresa adjudicataria, a que revisaran sus sistemas y procedieran de forma “urgente” a la reparación de las posibles averías en el sistema.
El Consorcio, según comunicó oficialmente al Ayuntamiento, “constató filtraciones en su sistema de la zona, y obstrucciones en la red que lleva hasta el aliviadero de la Punta del Camello”.
El Ayuntamiento tuvo un intento de levantar la restricción dos días más tarde, el 16 de octubre, pero los resultados de unas segundas analíticas desaconsejaron el baño en la zona, por lo que se procedió (otra vez) al cierre “preventivo” de la playa, por lo menos, hasta lo que quedaba de mes.
Durante esas semanas el alcalde permaneció en permanente contacto con el consejo de Aguas del Cabildo, y vicepresidente del Consorcio del Agua, Domingo Cejas, para que se actuara por la empresa concesionaria para resolver esta incidencia que originó el vertido, “dando altos niveles en las analíticas”.
Es más, según el informe remitido al Ayuntamiento del Consorcio del Agua, con fecha del 30 de octubre, asegura que se “iniciarán los estudios para modificar la configuración de las conexiones entre el saneamiento, la EBAR Cabildo, y el canal para prevenir nuevas situaciones ”como las ha que ha provocado el cierre de esta playa urbana durante dos semanas“.
El 31 de octubre volvió a estar abierta al baño, pero, cuatro días más tarde, el 4 de noviembre, Salud Pública emitió un nuevo informe donde requiere al Consorcio del Agua y Canal Gestión Lanzarote que “garantice las medidas correctoras ”, tras vecinos de Titerroy alertar de vertidos en la zona del sistema de bombeo de las aguas residuales en la zona baja el Puente de la Circunvalación, que conduce a la red de la Punta del Camello, según dijo la concejala de Medio Ambiente, Davinia Déniz.
FInalmente se volvió a ordenador la prohibición del baño en la playa de El Reducto.
En Yaiza, en Playa Flamingo, en la localidad de Playa Blanca, la anomalía se detectó en unos análisis rutinarios de la calidad del agua por parte de Salud Pública, en la que se encontraron bacterias residuales “cuyos parámetros biológicos están por encima de lo recomendado”, según explicó el Ayuntamiento.
Fue reabierta al baño dos días más tarde (el 16 de octubre), tras recibir el informe de Salud Pública con los últimos resultados de laboratorio sobre la calidad del agua que determinaron que la zona del litoral sureño “ya es apta para el baño”.
En Gran Canaria, varias playas ondeaban esta semana la bandera roja debido a la aparición de vertidos, en algunos casos, con mal olor y de color amarillento. En concreto, en la costa suroeste de la isla, varias zonas del litoral de Telde, San Bartolomé de Tirajana, Agüimes y Mogán permanecen cerradas al baño.
En concreto, en Telde, las playas de Melenara, Salinetas, y a las que se sumó este viernes la playa de Aguadulce, todas en cierre “preventivo”, según comunicó el Ayuntamiento tras las nuevas observaciones de los técnicos municipales y la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias.
Fueron las quejas vecinales por la aparición de esos olores “intensos” y algunas manchas en el litoral por lo que la Corporación local solicitó a Salud Pública análisis “más precisos y en profundidad”, con el fin de descartar cualquier riesgo para la población.
El Ayuntamiento emitió un comunicado en el que se hicieron públicos los resultados de los primeros análisis exhaustivos realizados por el Consistorio sobre el emisario municipal y la red de saneamiento que vierte al litoral, donde se descartó “la presencia de vertidos químicos o concentraciones anómalas de metales pesados”, tal y como aseguró el Gobierno municipal.
En Agüimes, la bandera roja se colocó en la playa de Vargas, mientras que en San Bartolomé de Tirajana, se prohibió el baño en San Agustín y Las Burras el martes 4 de noviembre, siendo reabiertas al baño, después de confirmar la buena calidad del agua tras las analíticas. No obstante, las labores de vigilancia continúan por parte de las autoridades locales ante la posibilidad de que puedan aparecer nuevos vertidos. Además, en Santa Lucía de Tirajana también fue cerrada la playa de la zona conocida como El Yodo, en Pozo Izquierdo.
Tal y como adelanto este sábado el periódico La Provincia, el Ayuntamiento de Mogán ha procedido, este 8 de noviembre, al cierre de otra playa ante la presencia de residuos.
Según el medio, en total, están clausuradas la de El Perchel, Playa de Mogán, Playa del Cura, Taurito, Puerto Rico, Anfi, Patalavaca y Marañuelas, en las que ya estaba prohibido el baño.
El colectivo Turcón–Ecologistas en Acción manifestó que existen “indicios evidentes” de que esta contaminación no es un episodio puntual ni un vertido accidental, “como se ha querido hacer creer, sino que su origen son las jaulas marinas de acuicultura intensiva que operan frente a la costa, tanto en Telde como en otros puntos del litoral insular”.
Los ecologistas aseguran que “persisten las sospechas fundadas de que la contaminación proviene de las propias instalaciones acuícolas y no de un vertido accidental, como se ha intentado justificar en los últimos días”.
Turcón anunció también que presentaría una denuncia formal ante la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural para que se diriman responsabilidades ambientales y administrativas por los daños ocasionados al litoral y por la posible vulneración de la normativa de calidad de aguas de baño y de gestión del dominio público marítimo-terrestre e incluso se evalúa la posibilidad de presentar denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente para dirigir una investigación al respecto.
La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural (ACPMN) abrió el año pasado 51 expedientes por vertidos al mar en las Islas. Se lleva la palma Tenerife con 33, le sigue Gran Canaria con nueve; Lanzarote con cinco, Fuerteventura con dos; El Hierro y La Gomera con uno. La Palma es la única isla que se salva.
Sin embargo, 2023, es el curso con más infracciones de los últimos cinco, sumando prácticamente los mismos que en los cuatro anteriores (71).
El año con más expedientes por vertidos al mar fue 2018 con 224.
En la isla vecina, en Tenerife, concretamente este pasado jueves, la playa de Los Guanches, en Candelaria, cerró de manera temporal tras detectarse un vertido en la zona de baño.
Según informó al Ayuntamiento, la empresa responsable del Servicio de Agua en el municipio, Aqualia, las primeras hipótesis apuntaban a que el vertido podría estar relacionado con la presencia de restos de obra localizados recientemente en la red, cuyo origen aún se desconoce. A ello se suma la acumulación de residuos sólidos, especialmente toallitas higiénicas, que habría favorecido el taponamiento y el episodio registrado.
El vertido quedó detenido el mismo día que se detectó, según manifestó el Ayuntamiento de Candelaria.
Ya el viernes, el Consistorio informó de que se seguían tomando muestras de la calidad del agua, “cuyas analíticas se encuentran en proceso”.
No será hasta el lunes, 10 de noviembre, cuando, en coordinación con Sanidad, se realizarán nuevos muestreos, con el fin de valorar la reapertura de la Playa de Los Guanches, que permanece cerrada durante el fin de semana por precaución.
Problemas en Playa jardín y la denuncia a seis cargos públicos por los vertidos de aguas fecales
El pasado mes de agosto se supo que la Fiscalía de Medio Ambiente de Santa Cruz de Tenerife denunció a seis cargos públicos por los vertidos de aguas fecales en Playa Jardín, Puerto de la Cruz. Después de una larga investigación, el Ministerio Público interpuso a mediados de julio en el Juzgado de Paz del municipio una denuncia por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por la contaminación de este enclave.
Entre los denunciados: la consejera de Sostenibilidad del Cabildo, Blanca Pérez; el gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, Javier Davara; y el exalcalde de Puerto de la Cruz, Marco González
La playa estuvo cerrada casi un año por la presencia de alarmantes valores de E.coli y Enterococos en el agua. Desde marzo hasta junio de 2024, tal y como puede leerse en el informe de Salud Pública, se detectaron “ininterrumpidamente” valores de E.coli y Enterococos “compatibles” con una calidad del agua “insuficiente”.
Este documento también advirtió de que la exposición de la población a altos niveles de contaminación fecal aumenta el riesgo de padecer enfermedades transmitidas por las aguas de baño. Entre ellas, menciona patologías respiratorias, diarreas, vómitos o meningitis. Según ha señalado este viernes la consejera de Sanidad, Esther Monzón, en el Parlamento canario, “las últimas 50 analíticas” han sido positivas y avalan la reapertura de la playa.
Lo curioso es que hasta el 17 de junio del pasado año se desaconsejaba el baño, pero no estaba prohibido. Esto hacía que fuese habitual ver a bañistas disfrutando de la playa, mientras que las analíticas arrojaban valores de hasta 1.000 unidades bacterianas de E.coli por cada mililitro de muestra, muy por encima de las 250 necesarias para que la calidad del agua se considere “excelente” y de las 500 exigidas para que se califique como “suficiente o buena”.
Desde 2020, el emisario submarino de Punta Brava, el único autorizado entonces para verter las aguas de la estación depuradora del Valle de La Orotava, sufre una fisura a unos diez metros de la costa. Un informe elaborado por la consultora ambiental Elittoral también recoge los resultados de las analíticas realizadas en 13 estaciones del entorno del emisario submarino de Punta Brava, el único autorizado para verter las aguas de la estación depuradora del Valle de La Orotava. En uno de los puntos se detectaron, el 15 de octubre, valores de hasta 68.000 unidades bacterianas de E.coli y 19.000 de Enterococos intestinales.
Según explica este informe elaborado en enero de 2025, las aguas depuradas de la EDAR “no están siendo vertidas a una distancia suficiente para garantizar la dispersión de la pluma antes de alcanzar la línea de costa”.
Después de 349 días los ciudadanos y ciudadanas de Puerto de la Cruz volvieron a disfrutar de Playa Jardín con su reapertura en junio de este año. Sin embargo, los problemas de contaminación fecal en la zona, según los vecinos y vecinas, ha tenido un impacto directo en el número de visitantes que ha traído consigo significativas pérdidas económicas, que llevaron incluso al cierre de negocios.