Canarias cuenta con tierras raras, “quizás las más valiosas, pero no se sabe qué cantidad”

EFE

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 El profesor de la Universidad de La Laguna Jorge Méndez, doctor en Física, ha confirmado este miércoles en el Parlamento de Canarias que las islas, en particular Fuerteventura, cuentan con tierras raras, “quizás de las más valiosas pero es preciso investigar más para saber qué cantidades”, y ha defendido que una eventual extracción minera debe realizarse “con todas las garantías medioambientales”.

“Si no investigamos nosotros lo van a hacer otros”, ha dicho Méndez ante la cautela mostrada por varios diputados respecto a las consecuencias medioambientales y económicas para el turismo de una eventual explotación minera de estos valiosos recursos.

Europa carece de tierras raras y se abastece en un 90% de la mina Bayan-Obo, en Mongolia, ha explicado Méndez, codirector del proyecto Magec-Reesearch, quien ha comparecido en la comisión parlamentaria de asuntos europeos a instancias del diputado del PSOE Gustavo Matos.

Allí ha explicado que lo que se denominan tierras raras son en realidad 17 elementos químicos esenciales, a los que denomina “las vitaminas de la industria” porque se encuentran en toda la tecnología moderna pero en muy pequeñas cantidades.

Ha destacado su importancia estratégica como materias primas críticas en todo tipo de aparatos, desde aerogeneradores a coches eléctricos, pasando por teléfonos inteligentes o sistemas de seguridad del papel moneda.

Europa busca reducir la dependencia de China, que actualmente controla una gran parte de la producción de tierras raras, ha indicado Méndez, quien ha enfatizado que estas tierras no son realmente “raras”, ya que están presentes en todo tipo de aparatos.

Estos minerales están dispersos en la superficie terrestre a razón de 100 gramos por tonelada en general, pero hay depósitos particularmente ricos, como el de Bayan-Obo, donde se alcanzan 60 kilos por tonelada, ha explicado.

Su grupo de investigación ha confirmado la presencia de tierras raras tanto en el lecho marino como en la superficie de Fuerteventura, especialmente en la zona de Pájara, donde hay “concentraciones significativas” de diez kilos por tonelada de algunos de estos elementos químicos en la carbonatita, un tipo de roca.

El profesor sujetó una pequeña roca de carbonatita en su mano y calculó que podría contener 3 gramos de elementos críticos, con un valor de 150 euros.

Insistió en que en Canarias hay tierras raras muy valiosas, no se sabe en qué cantidad, y por eso hay que seguir investigando, para lo que se necesita “una financiación estratégica”.

Se refirió en concreto a un grupo específico de tierras raras conocidas como HREE (Tierras Raras Pesadas), fundamentales en tecnologías avanzadas.

Citó como advertencia una publicación de un grupo de investigación alemán que ya ha hecho mapas sobre posible presencia de tierras raras de Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera.

Una vez conocida la situación, cualquier proyecto minero de superficie tiene un plazo de desarrollo largo de cinco o diez años, y señaló que en todo caso Europa debe apostar por la minería sostenible y restauradora.

En cuanto a la minería submarina, como la que se necesitaría para explotar recursos en el Monte Tropic, dijo que es “ciencia ficción”, porque la tecnología necesaria no existe ni existirá probablemente antes del siglo XXII.

En cuanto a la aplicación práctica de estos elementos químicos realizada por su proyecto de investigación, destacó las aplicaciones fotónicas para mejorar la eficiencia de las placas solares y la produción de hidrógeno verde a partir de agua de mar.