Por qué Canarias presenta la mayor ratio de bajas laborales por COVID de toda España
En Canarias se han contabilizado 81.026 bajas laborales por infección o aislamiento por COVID, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, cuya última actualización data del 28 de febrero de 2021. La cifra es alta. Pero cobra mayor peso si la comparamos con el número total de contagiados en el Archipiélago hasta ese momento: 40.887. El resultado es que las Islas registran una ratio de prestaciones por incapacidad temporal de 1,98 por cada caso de coronavirus, el valor más alto del país.
Por cada infección, cerca de dos canarios han tenido que abandonar temporalmente su puesto de trabajo. Esta realidad contrasta con el resto de comunidades. En Castilla y León el dato cae a 0,9, en Extremadura se queda en 1, Madrid reporta un 1,2 y Cataluña un 1,3. La media estatal se queda en 1,18.
Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Economía de la Salud por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y miembro del comité científico que asesora al Gobierno de Canarias durante la pandemia, extrae dos causas subyacentes para esas variaciones:
Por un lado, apunta la estructura demográfica y distribución de casos COVID por edad. En Castilla y León, por ejemplo, el virus se ha cebado con las personas mayores, retiradas del mercado laboral, y las residencias, donde se han notificado 18.087 positivos y han fallecido 2.995 personas (más 1.105 con síntomas compatibles con el coronavirus). En Canarias los datos caen a 138 y 75 (7), respectivamente.
También la eficacia del sistema de rastreo. Valcárcel subraya que el seguimiento que se hace de los casos en el Archipiélago es de los más precisos de España. Según datos del Ministerio de Sanidad, las Islas, en el último informe de indicadores de la pandemia, presentan una trazabilidad del 87,4%. Esto significa que alrededor de nueve de cada diez positivos en el Archipiélago informan de un contacto estrecho contagiado por el virus, lo que ayuda a aplacar la cadena de transmisión y decretar confinamientos.
Así se entiende por qué Canarias presenta estos niveles de incapacidades laborales transitorias a pesar de la alta tasa de desempleo en la comunidad, como indica Valcárcel. El gráfico adjuntado visualiza dos variables, el porcentaje de contagiados sin contacto conocido con COVID con respecto al total de infectados, y la ratio de bajas laborales por la enfermedad.
Vemos que el Archipiélago y el País Vasco son las autonomías que salen mejor paradas. A mayor rastreo, más positivos con contactos contagiados y más bajas laborales, ya se impone la doctrina del rápido aislamiento. En otras regiones, como Cataluña y Melilla, la imagen es bien distinta.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, destacó que “las bajas se pueden ver incluso como un índice adelantado de la incidencia a siete días”. Y es cierto. Las curvas de prestaciones por incapacidad temporal por coronavirus y casos confirmados en Canarias registran tendencias similares.
Hay datos interesantes al respecto. La ratio de incapacidades laborales por casos de coronavirus fue aumentando poco a poco durante la primera oleada, alcanzando registros máximos en la segunda semana de mayo (el 9 de mayo de 2020, por ejemplo, hubo 58,44 bajas laborales por cada contagiado). A partir de ahí, el valor ha ido cayendo hasta estabilizarse en los últimos meses, en los que se notifica una media de entre 1,2 y 1,4 bajas por infectado.
Cómo son estas bajas
Según el estudio Síndrome Post COVID, Incapacidad Temporal Laboral y Prevención, elaborado por los catedráticos en Medicina Evaluadora José Manuel Vicente Pardo y Araceli López-Guillén, la duración media de las bajas laborales por COVID en 2020 fue de 15,52 en hombres y 16,44 en mujeres. La mayoría en España se han dado por aislamiento (2.520.525, el 66,81%), mientras que 1.251.879, el 33,18%, han sido por infección.
El informe detalla que, en el último año, el 90% de las incapacidades por infección quedan resueltas en menos de 60 días, pero un 10% del total se prolongan más allá de los dos meses, y 600 procesos se han dilatado en torno a 335-395 días.
“Entre las causas de la prolongación de estas bajas, más allá de lo previsto, están la mala evolución y complicaciones severas de la COVID-19, en ocasiones con afectación multiorgánica, en otras el agravamiento de patologías previas hasta ese momento estabilizadas, en otras la presentación de patologías intercurrentes durante la baja, y en otras derivadas del denominado Síndrome Post COVID (SPC), esto es, la persistencia de síntomas 12 semanas (3 meses) después de superada la fase aguda de la enfermedad”, explica el documento.
Qué sectores han sufrido más
Los datos de incapacidades laborales por COVID del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones desglosa las cifras por sector de actividad. Entre sanitarios ha habido 152.982 bajas, 91.799 entre profesionales del comercio al por menor, excepto de vehículos de motor y motocicletas, 66.315 (administración púbica y defensa), 63.486 (asistencia en establecimientos residenciales) y 53.261 (servicios de comidas y bebidas).
Según un análisis de El País, la profesión y la renta han influido. Los sectores con sueldos bajos son los que suelen padecer mayores índices de contagios. Las actividades que presentan una incidencia de la COVID más alta, como las vinculadas con la industria de la alimentación, la jardinería, los servicios postales y la restauración, cuentan con una cotización media de entre 1.000 y 2.000 euros. Aquellas con salarios más altos, como la programación y las actividades relacionadas con la informática y las aseguradoras, la incidencia del coronavirus es menor.
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