El Tribunal Supremo da vía libre al Plan Especial del Paisaje de la Isleta

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

El Tribunal Supremo (TS) acaba de ratificar la legalidad del Plan Especial del Paisaje de La Isleta en Las Palmas de Gran Canaria que permanecía anulado desde el año 2012. En aquel entonces el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) dio la razón al Ministerio de Defensa al considerar que no se había tenido en cuenta su opinión “vinculante” sobre este espacio. Sin embargo, ahora el TS da la razón a la Comunidad Autónoma y al Cabildo de Gran Canaria y ratifica la validez del acuerdo adoptado en el año 2009 por la Comisión del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) que aprobó el planeamiento cuyo objetivo es conservar los valores de este espacio.

El TS recuerda que en 2007 los redactores del Plan tomaron en cuenta las alegaciones de Defensa y las incorporaron al documento e inmediatamente después se dirigieron al Ministerio para que se pronunciara sobre la nueva versión del planeamiento. Pero el Gobierno central nunca llegó a pronunciarse hasta después de la aprobación en la Cotmac y lo hizo además, mostrando su rechazo al Plan porque no se habían tenido en cuenta la totalidad de sus alegaciones. El Estado argumentaba que el documento vulnera competencias estatales en materia de defensa nacional. El TSJC entendió que el informe de 2007 era vinculante, mientras que ahora el TS sentencia lo contrario. Sin embargo, el que sí tenía este carácter fue el que se debía haber emitido a continuación pero que sin embargo se redactó fuera de plazo cuando el Plan había sido aprobado de forma definitiva.

El Paisaje Protegido de La Isleta ocupa una superficie de 462,49 hectáreas, lo que supone un 0,30% de la superficie insular, y está situado en el sector norte de la isla de Gran Canaria. Sus límites están constituidos por parte de la Punta de las Salinas al norte, el borde oriental de la alineación volcanes del Vigía al este, el cruce de la pista que conduce a la Montaña de Vigía al sur y la línea de bajamar desde el punto anterior hasta la Punta de Las Salinas al oeste. La finalidad de la protección de este Paisaje Protegido es conservar este espacio natural que constituye un marco paisajístico peculiar de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en el que se dan cita elementos naturales singulares, como los conos alineados de los distintos episodios volcánicos que conformaron La Isleta.

Representan, por tanto, un magnífico ejemplo de relieve volcánico y de procesos ligados al mismo de gran interés científico, donde además de los procesos eruptivos se aprecian distintos niveles marinos y escarpados acantilados fruto de la erosión presentando una variada gama de morfología costera. Igualmente, fundamentan la protección de este espacio el elevado interés que presenta para la actividad extractiva, concretamente en la zona de extracción del Roque Ceniciento y la de La Esfinge. Además, en este lugar se localizan varias chabolas a lo largo de la costa del Confital y La Punta, cuya existencia, desde hace ya casi cuarenta años, hace que el paisaje a lo largo de esa franja costera se encuentre totalmente degradado.

Este espacio fue declarado en 1987 como Parque Natural de La Isleta y reclasificado por la Ley de 1994 como Paisaje Protegido. Además, el sector del paisaje donde se concentran los conos más importantes y una porción del malpaís que desde los cráteres se extiende hacia el sur, están considerados área de sensibilidad ecológica por su valor natural y paisajístico. Los volcanes recientes de La Isleta han sido considerados como Puntos de Interés Geológico (PIG) por el Instituto Tecnológico Geominero de España, debido a que se trata de un edificio freatomagmático de cierta espectacularidad.