Con gran parte del centro de la ciudad ya en el bolsillo, este tercer día en Oporto servirá para rellenar algunos huecos que aún faltan por ver en el entorno de Ribeira y para acercarnos al mar a través de una de las líneas de tranvía más bonitas de todo el país (acabaremos la jornada en Foz do Douro). En las dos jornadas anteriores hemos empezado el día desayunando en cafés notables e históricos y esta última mañana no va a ser menos. El elegido para esta ocasión es el Café Guarani (Av. dos Aliados, 85) otro de esos escenarios clásicos que nos propone un viaje en el tiempo hasta la década de los 30 del pasado siglo para tomar un delicioso café brasilero y alguna de las torradas (tostadas) que conforman la base de uno de los ‘pequeños-almorços’ más famosos del lugar.
La Avenida de Los Aliados es otro de los grandes centros cívicos de Oporto. El gran edificio de este espacio público es la Cámara Municipal (praça Humberto Delgado), un impresionante edificio de granito blanco de principios del XX donde puedes ver un conjunto escultórico como alegoría de los diferentes oficios que convirtieron a la ciudad en el motor económico de Portugal (aquí se dice que mientras Oporto trabaja, Braga reza, Coimbra estudia y Lisboa se divierte). Aquí puedes hacer una de las fotos paradigmáticas de la ciudad: el propio ayuntamiento, el monumento a la gloria literaria local Almeida Garret y la Fuente de los Aliados.
Esta avenida ancha concentra la mayor colección de grandes construcciones de la belle époque portuense con ejemplos notables de arquitectura modernista y racionalista elaborados con el precioso granito gris de la zona. La joya de la corona es el conjunto de grandes edificios que forman las cuatro esquinas de la confluencia de la propia avenida con las calles Eliseo de Melo y Magalhaes Lemos donde se acumulan verdaderas joyas. Pero aquí no se salva ni el Macdonals. No nos gusta este tipo de establecimientos, pero el interior artdecó de la hamburguesería merece la pena verse.
Una iglesia a la altura de la circunstancias.- También en el entorno de la Avenida de los Aliados hay uno de esos ejemplos del buen gusto portugués a la hora de levantar sus edificios religiosos. La Iglesia de la Trinidad (Praça Trindade, 170) es coetánea a la propia avenida de Los Aliados, pero se construyó respetando la tradición arquitectónica de la ciudad y el resultado es un precioso edificio que combina el barroco y el neoclasicismo. Aquí se ha instalado un pequeño museo que exhibe el patrimonio artístico y litúrgico de la orden de los trinitarios en la ciudad.
700 metros gloriosos y un jardín romántico.- Nos acercamos a la Rua Miguel Bombarda a través de una red de callejuelas donde hay algunos lugares de interés como la Fonte das OLiveiras (Rua dos Mártires da Liberdade, 1) o el Palacio de los Vizcondes de Balsemao (Praça de Carlos Alberto, 71) que hoy es una de las sedes del Museo de Oporto donde se custodia una preciosa colección de cerámicas, azulejos, pequeños elementos arquitectónicos y adornos (como llamadores y pomos de puerta) rescatados de toda la ciudad. Una delicia de sitio. Y llegamos a Miguel Bombarda. Esta calle es famosa por ser el centro de la ‘nueva bohemia’ portuense: restaurantes, galerías de arte, centros culturales… Y una gran cantidad de arte urbano que aprovecha los tapiales de las antiguas quintas (casas con huertos que se localizaban a las afueras de la ciudad).
El final de esta calle nos lleva hasta el Jardín del Palacio de Cristal (Rua Dom Manuel, sn), uno de los mejores ejemplos de jardín romántico de la Península Ibérica (fueron diseñados por el famoso paisajista alemán Emile David a finales del siglo XIX). Aquí puedes encontrar un par de miradores muy bonitos sobre el río y un par de edificios importantes como la Biblioteca Almeida Garret o el Pabellón Rosa Mota entre rosedales, arboledas, paseos florales y fuentes. El Museo Nacional Soares dos Reis (Rua Dom Manuel, 44).- El magnífico Palacio de los Carrancas alberga la colección de arte más importante del país en lo que es su museo más antiguo. Si tienes tiempo, merece la pena.
La línea 1 de los Carros Eléctricos hasta Foz do Douro.- Fantástico fin de viaje. Puedes tomar el tranvía muy cerca del Jardín del Palacio de Cristal (parada Cais das Pedras) y disfrutar de un trayecto precioso por la orilla del río Duero hasta su desembocadura. Final de trayecto en el Jardín del Paseo Alegre, un precioso parque a orillas del río que adelanta la cercanía inmediata del Atlántico. ¿Qué ver en Foz de Douro? Callejear. Con eso basta. Inicia el camino junto a la Iglesia de Sao Joao Baptista (Largo da Igreja, 107) y termínalo en las inmediaciones del Farol de luz (Alto Monte da Luz, sn).
Fotos bajo Licencia CC: Vitor Oliveira; jaime.silva; Bex Walton; amaianos; Manuel Vidal