'GH VIP 8' expulsó al símbolo de la edición y se quedó con los 3 finalistas más chocantes: “¡Váyanse al carajo!”

Los 4 semifinalistas de 'GH VIP 8'

Paula Hergar

La semifinal de GH VIP 8 confirmó lo que venía oliéndose desde hacía semanas, al ver que jueves tras jueves se marchaban los protagonistas de la edición. Todo hacía presagiar que los finalistas que quedaran serían los más chocantes de la historia de Gran Hermano. Y así ha sido.

Albert, Luitingo y Naomi- un repescado, un expulsado que volvió pagando y una concursante que entró más tarde- serán quienes luchen por convertirse en el ganador o ganadora de la octava temporada. Un trío jamás visto en la final del reality de Telecinco. Como tampoco lo es el “escaso” premio de 70.600 euros (que lograron subir durante la gala con una prueba).

“Esas reglas de que la gente salga y entre, no valen” decía Laura Bozzo justo antes de ser la expulsada de la noche. La que para muchos había sido la absoluta protagonista de la edición, se convertía en la cuarta finalista quedándose a las puertas de la final.

La ira de Laura Bozzo ante su expulsión: “Vine a por un sueño y me equivoqué”

Laura, Luitingo, Albert y Naomi se sentaron en la sala de expulsión para descubrir cuál de ellos debía despedirse de la que había sido su casa durante tres meses. “La audiencia ha decidido que merece llegar a la gran final Albert”, empezaba diciendo Marta Flich ante el entusiasmo del joven.

Así, Laura, Naomi y Luitingo se quedaban a solas y pensativos. Pasados unos minutos, la presentadora volvía a usar la misma fórmula: “La audiencia ha decidido que merece llegar a la gran final Luitingo”. El joven saltaba de ilusión y volvía a la cara para abrazar a Jessica Bueno y hasta dar dos besos a Pilar.

Al conectar de nuevo con Naomi y Laura, esta última dejaba un mensaje antes de saber quién era la damnificada: “Esas reglas de que la gente salga y entre, no valen”, lamentaba refiriéndose a los anteriores salvados y hasta a que su compañera había llegado más tarde que ella al concurso.

Y como si se lo hubiera olido, la presentadora sentenció: “La audiencia ha decidido que no debe ganar GH VIP 8 Laura”. Lejos de marcharse con pesar, la rabia inundó a la peruana: “No tengo nada más que hablar, más que regresarme a mi país. Gracias. Te pido por favor, que me dejes salir a agarrar mis cosas e irme. Necesito mis pastillas porque no me siento muy bien y necesito irme”, repetía.

Flich intentó calmarla para que no se marchara con ese sabor de boca: “Has sido una grandísima concursante. Como cuarta clasificada te pido que te despidas de la casa con todos los honores. El público te ha salvado de muchísimas formas”.

Pero Laura no entró en razón: “Vine a por un sueño y me equivoqué. Uno no puede volver a empezar a los 70 en un país extraño donde te toman por loca. Olvídense”. La presentadora le pidió que al menos se despidiera de los compañeros y Bozzo lo tuvo claro: “No quiero, ¡váyanse al carajo!”, espetó.

Laura, en plató: “Estoy agradecida pero ustedes también”

Laura llegaba a plató con la misma actitud de ira que al ser expulsada y Flich le preguntó la razón de estar “tan enfadada” porque esperaba que estuviera “más agradecida”.

A lo que ella confirmó a medias: “Estoy muy agradecida y ustedes también por los momentos de show. Me he sacado el alma 14 semanas, he salido horrenda, mi imagen se fue al carajo. Estoy contenta porque demostré que a cualquier edad uno puede lograr las cosas”.

También tuvo críticas para Carmen Alcayde: “Ni me digas de Carmen porque la conozco suficiente, me ha hecho cada barbaridad... Es fuerte tanto tiempo, había momentos en que me desestabilizaba demasiado, era una presión muy fuerte tener a toda la casa encima. Salvo a Albert que tiene que ganar, no hay nadie más que lo merezca”, subrayó.

Las duras curvas de la vida de Naomi y Laura

Durante la gala, mostraron imágenes de las curvas de la vida que habían protagonizado los finalistas. Una de las más impactantes fue la de Naomi al relatar su “infancia de mierda” por el duro divorcio de unos padres que le contaban “a una niña las agresiones que hacía a su madre”. La adolescencia también fue dura y aún peor cuando tuvo “la relación más tóxica” con un psicólogo.

Recordó lo mal que lo pasó en La isla de las Tentaciones cuando creía haber encontrado al amor de su vida pero allí él le hizo algo y ella “el triple” aunque venían con una gran mochila. Empezó a ir a terapia y le llamaron para GH VIP, algo que le ha alegrado “la curva de la vida”.

Albert explicó que le había costado “mucho aceptarse” y hasta había “intentado perder la virginidad con una mujer”. Pero logró conocerse mejor al “empezar con el artisteo a los 15, quedar con chicos... en la universidad empecé a travestirme y en Barcelona me sentí libre”.

Mientras que Luitingo recordó que a los 15 años empezó a tocar la guitarra, para acabar siendo la voz de bandas sonoras de películas. Así como señaló la muerte de sus abuelas como dos de los peores momentos de su vida. También reconoció que “al entrar a GH VIP he descubierto lo que es enamorarse a los 33 años, de Jessica Bueno”.

Para acabar con las duras vivencias de Bozzo: “En mi infancia no tenía amigas, se reían de mí, decían que era fea. En la adolescencia hubo un golpe de estado y nos fuimos. Al quedarme embarazada tuve problemas, me tuvieron que operar y me quedé en coma, durante unos segundos me declararon muerta. Pero salí. Me llamaron de la televisión para hacer programas con los que ayudamos socialmente. Después me divorcié porque mi vida era el programa. Cuando murió mi madre, me había llamado pero no lo pude coger porque estaba grabando. Eso siempre se me quedó. Después tuve cáncer de mama. Y llegó GH VIP, sentir que podía empezar a mi edad fue magia”.

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