En TV3

María Patiño critica que Telecinco “reniegue” de 'Sálvame', y defiende que sus “broncas eran reales”

María Patiño en 'Col.lapse' de TV3

Redacción verTele

Hace cuatro meses que María Patiño dejó de aparecer en la pantalla de Telecinco. Primero sufrió la cancelación de Sálvame y, más tarde, fue apartada de su propio programa, Socialité. “Al principio lo llevé muy mal”, reconoció la periodista este sábado en el plató de Col.lapse. Era la primera vez que pisaba los estudios de la cadena catalana TV3.

Con su presentador, Ricard Ustrell, habló de ese proceso al que se ha visto abocada. Tenía un contrato con La Fábrica de la Tele, así que cuando esta productora dejó de trabajar para Mediaset, Patiño se quedó sin proyectos. “He tenido que reconducir mi vida al autoamor, a quererme. Me había olvidado de mí porque me dedicaba exclusivamente a esta profesión”, contó. “Tenía adicción al trabajo”.

Minuto después entró Laura Fa, su compañera en aquellas largas tardes de Sálvame. “Hay mucha gente a la que la han echado con una patada en el culo, pero la nuestra fue un poquito larga y agónica”, recordó la catalana. Patiño, en cambio, “no llevó” mal aquel periodo de suspense que afectó al equipo que capitaneaba Jorge Javier Vázquez.

Lo que no le gusta es que Telecinco este obviando el legado de Sálvame. “Llevo mal que la cadena reniegue de su pasado, de Sálvame. Siempre digo que hay que conocer el pasado para entender el presente, y cuando veo que Telecinco renuncia a esa hemeroteca que es Sálvame, digo: 'Qué pena'”, lamentó la invitada.

Patiño cree que su programa fue una gran fábrica de contenidos a la que todavía hoy se le podría sacar provecho. “En el Deluxe entrevistamos, a lo largo de 14 años, a personajes que hoy en día son protagonistas. No hay nada más maravilloso que sentirse orgulloso de lo que has sido para entender quién eres, y Telecinco ha renegado de algo tan importante como la escuela de Sálvame”.

Una 'escuela' en la que ella dice que se comportó con naturalidad. “Yo me represento a mí misma, y mis broncas son reales. Cuando me cabreo, me cabreo de verdad, pero no puedo responder por los demás. Lo que sí sé es que he tenido mucha libertad y me han dejado ser como soy donde he trabajado”, aseguró.

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