El hilo de Twitter con el que Samanta Villar denuncia la precariedad en TV: “No cobran las vacaciones”

Samanta Villar, periodista y presentadora de varios factuals de Mediaset como 21 días, Conexión Samanta, 9 meses con Samanta y, el más reciente, Samanta y... ha publicado un hilo de mensajes en su cuenta de Twitter para denunciar una práctica “tabú” en televisión que afecta a todos aquellos que la hacen posible.
Concretamente, la conductora habla de una situación que padecen “redactores, guionistas, cámaras, montadores, productores” y otros profesionales relacionados con el ámbito de la pequeña pantalla. Estas personas, explica, “no cobran las vacaciones”: “No es que no las tengan. Es que no las cobran”, enfatiza.
Este problema, según Villar, se produce “cada año”: “La temporada acaba en junio o julio, os vais al paro uno o dos meses y os recontratamos en septiembre. Cobráis un sueldo bastante inferior al que cobraríais en concepto de vacaciones y a cuenta del INEM”, explica.
Este “chollazo”, en palabras de la presentadora, implica para el trabajador “nunca generar antigüedad, no ser nunca fijo, gastar uno o dos meses de paro acumulado cada año, además de la pérdida de pasta, que no es poca”. Según indica, de práctica se habrían adueñado, incluso, “las productoras más reputadas del país”.
Villar lamenta que la legislación española permita “estos atajos en materia laboral”, dando la oportunidad a las empresas de cometer “un abuso de uno de los derechos más claros del Estatuto del Trabajador” que, por otra parte, se asume por la parte afectada “con una naturalidad pasmosa”.
Hablando desde su experiencia, la periodista ha asegurado que “en los 10 años que llevo haciendo factual para Mediaset”, así como tras haber “trabajado en varias productoras y para diferentes grupos mediáticos, hemos recibido esa presión cada año y la hemos aguantado para que nuestros equipos tuvieran vacaciones pagadas”. Llegando para ello, agrega Villar, a “mentir con excusas más o menos cutres”.
Voy a hablar aquí, a 31 de julio, de un tema tabú que me va a provocar algún disgusto con colegas y compañeros de profesión. Pero es un escándalo que afecta a muchísimos programas de tv de este país, e imagino que por eso nadie lo ha denunciado nunca.
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
Hoy, 31 de julio, son incontables los redactores, guionistas, cámaras, montadores, productores y demás gente que crea la tv que no cobra las vacaciones. No es que no las tengan. Es que no las cobran.
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
Cada año sufren la misma situación: la temporada acaba en junio o julio, os vais al paro uno o dos meses y os recontratamos en septiembre. Cobráis un sueldo bastante inferior al que cobraríais en concepto de vacaciones y a cuenta del INEM. Chollazo.
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
Esto para cualquier currante implica nunca generar antigüedad, no ser nunca fijo, gastar uno o dos meses de paro acumulado cada año, además de la pérdida de pasta, que no es poca (un 40% menos aprox de tu salario)
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
Y claro, en este sector de trabajo tan precarizado, esta pérdida se ha asumido con una naturalidad pasmosa. “Por lo menos volvemos a tener trabajo en septiembre”, piensan muchos, o “por lo menos cobramos algo en verano”
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
Muchos directivos y propietarios de productoras dirán que el problema viene de origen, de las cadenas de televisión, que cada vez reducen más los costes y precarizan los contratos. Y en algunos casos tienen razón. Pero os diré, por mi experiencia,
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
que en los 10 años que llevo haciendo factual para Mediaset, y he trabajado en varias productoras y para diferentes grupos mediáticos, hemos recibido esa presión cada año y la hemos aguantado para que nuestros equipos tuvieran vacaciones pagadas
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
A veces incluso hemos tenido que mentir con excusas más o menos cutres (como que yo no quería coger vacaciones en verano y por eso teníamos que seguir trabajando TODOS) porque nos parecía indignante ceder al abuso
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
En los programas más consolidados, aunque los contratos sean temporales -suelen durar entre unos meses y varios años- los profesionales podemos ‘arriesgar’ y ceder algo del presupuesto a lo que nunca debería haberse volatilizado, el descanso remunerado
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018
Este verano mi equipo vuelve a disfrutar de las vacaciones pagadas y estoy muy orgullosa de ello. Espero que empecemos a hablar de esto pronto, pero lo tengo mal, porque todos los directivos del sector a día de hoy están disfrutando de sus vacaciones, esas sí, pagadas.
— Samanta Villar (@samantavillar) 31 de julio de 2018