Los concursantes se dedican a la cría de ranas
Y en esto llegó el calor. Pero el de verdad. El que hace que el paisaje vibre al fondo y que la tierra escupa fuego. Todo eso trasladado a la sierra de Madrid, en una casa donde las condiciones higiénicas comienzan a dejar mucho que desear, donde siete personas viven bajo el mismo techo 24 horas rodeados de cámaras, ha sido caldo de cultivo para que afloren varias cosas. La primera es harto conocida por todos. Aburrimiento, tedio, hastío y pensar que cualquier jornada pasada fue mejor. Porque estos concursantes tienen la capacidad de sorprender con una jornada más aburrida que la anterior. Y esto es lo que ha pasado. Para alivio de los espectadores, los habitantes de la casa se encuentran preparando la prueba de hoy, el magacín televisivo. Y de vez en cuando sorprenden con algún detalle gracioso. Pero alguno que otro. Y no es que se haya ido “el alma de Gran Hermano” como decía Ángel el otro día. Esto es algo que lo llevan innato. Curiosamente no se ponen de acuerdo en la página oficial del programa, que dice textualmente: “Luego dicen que las pruebas son aburridas”. El resto de los cronistas no oficiales coinciden en irse a echar la siesta o descansar las pupilas mientras los concursantes se dedican a ensayar las cuñas o el telediario. Así que el calor aprieta, los chicos se aprietan las neuronas intentando sacar eslóganes y sintonías a la vez de aprenderse el guión. Y nada mejor que tumbarse un rato al sol, por aquello de recargar fuerzas y rebajar niveles de serotonina, una sustancia química en el cerebro que controla el sueño. También quedaba la opción de echarse a la piscina, pero el color verde que ha ido adoptando estos días hace temer a los espectadores que cualquier valiente que se atreva a adentrarse en el interior de la charca no vuelva a salir para nunca jamás. Así que los habitantes pueden dedicarse a la cría de ranas y montar un pequeño negocio de ancas. Fran, valiente Todo hay que decirlo. Que además de dormir, descansar y echar siestas, el de Barcarrota también fue muy osado al introducirse en la piscina. Total, que Alonso se ofende, no se sabe muy bien con quién o con qué fuerza extraña, porque él es el encargado de mantener la piscina limpia. ¿Cuidará la cubierta de su barco de igual manera?. Fin de semana, calor. Condiciones ideales para que los alrededores de la casa se poblaran con espontáneos, cánticos, alabanzas para unos e insultos para los demás. “Si tiene que ganar Fran, que nos lo digan y nos vamos” dijo Alonso al escuchar al público de fuera. Y es que estos días ha cundido bastante el desánimo y se han podido escuchar frases como “esto ya no es lo mismo. Es aguantar por aguantar” Dentro de la casa también hay cánticos. De buen rollo, eso sí, para Eva, por su cumpleaños. Onomástica sin su marido, mientras que la organización le ha regalado una foto de su hijo. Y el resto también han tenido su regalo. La final de la Champions League entre el Valencia y el Bayern de Munich. Hoy las condiciones meteorológicas en la serranía de Madrid se presentan igual de extremas que ayer. Por el bien de la consecución de la prueba, que no les afecte a sus ya maltrechos cerebros. Más vídeos y noticias en el especial Gran Hermano elaborado por Latino Televisión.