Récord de audiencia y polémica en San Remo
La edición número 60 del Festival de San Remo, el espectáculo musical, televisivo y discográfico, ha batido este año su récord de audiencia con 11 millones de personas en la cadena RAI Uno, informa El Periódico.
“Todo el mundo lo odia, pero todo el mundo lo ve”, suele decirse del popular certamen que ha lanzado a estrellas como Laura Pausini y Eros Ramazzotti.
Como San Remo no es nada sin sus escándalos, el de este año está protagonizado por el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, nieto del último rey de Italia y habitual de la prensa del corazón.
El príncipe, muy conocido por haber participado en la versión italiana del concurso “Mira quién baila”, participó en San Remo flanqueado por el músico Pupo y el tenor Luca Canonici con la balada estilo Andrea Bocelli “Italia, amore mio”, en la que además de cantar a los valores familiares, Dios y la religión, asegura sufrir “por los que tienen poco o nada”.
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Abucheos del público
El público abucheó con fuerza la programática canción en la que el príncipe menciona cuánto deseaba desde el exilio abrazar a su país al que le impedían entrar “a pesar de no haber hecho nada”. Aunque el aristócrata no pasó la eliminatoria en la primera jornada, volvió a la competición gracias a los votos televisivos, lo que ha acentuado la polémica.
La presentadora Antonella Clerici intentaba calmar los ánimos explicando que estas eran las reglas del concurso, gustasen o no.
“Sanremo se rebela al príncipe en la final”, destaca hoy en portada el diario La Repubblica, resumiendo el clima en el que terminó anoche el Festival.
Manuel Filiberto pudo regresar a su país en el 2002 cuando se revocó la Constitución de 1946 que impedía a los miembros masculinos de la familia real italiana -históricamente vinculada a Mussolini- pisar el país.