“Sólo ganará quien se integre como un miembro más de la tribu”
“Nos preguntamos qué pasaría si lleváramos a una familia española a vivir con una tribu en el fin del mundo y la respuesta que hemos obtenido es que se produciría una avalancha de emociones y un choque cultural espectacular y enriquecedor para todos”, ha explicado el director de “Perdidos en la tribu”, el nuevo docu-reality que Cuatro estrena este domingo a las 22:15 horas.
Tres familias españolas -una catalana, otra canaria y otra manchega- han convivido durante 21 días con una tribu “con el objetivo de ser aceptados dentro de ella”, ha explicado el responsable del programa, Hugo Tomás, durante la presentación ante los medios a la que ha asistido Vertele.com.
“Todos los miembros de la familia tendrán que ser aceptados en la tribu”
“Cumplimos el sueño de Cuatro de hacer un programa de viajes con familias a las que, por cierto, les ha cambiado la vida”, ha relatado el director de Programas de Cuatro, Mariano Blanco, quien ha explicado que “Perdidos en la tribu” “mezcla emoción, aventura y crecimiento a nivel personal”.
A lo largo de los diez programas previstos, cada una de las familias vivirá con una tribu con el objetivo de ser aceptados en ella. Las que lo consigan se repartirán un premio de 150.000 euros.
“Las familias se enfrentan a un choque cultural muy importante, pero es importante saber que no compiten entre ellas, sino consigo mismas, ya que para ganar, tendrán que ser aceptados todos los miembros de la familia dentro de ellas”, ha detallado Edi Walter, responsable de la productora Cuatro Cabezas.
El líder de cada tribu hará de juez
Semana tras semana las tres familias se enfrentarán a un “Consejo tribal”, constituido por el jefe de la tribu y los hombres y mujeres más sabios del poblado. “Si consiguen integrarse, serán premiados. Por el contrario, el líder les 'castigará' si no lo hacen para que logren finalmente formar parte de ellos”.
“No es una convivencia, sino que los participantes tendrán que transformarse y convertirse en uno más, participar en sus rituales, trabajar, vestir como ellos, etc.”, ha apuntado Tomás.
“Viajar con la familia puede convertirse en una olla a presión”
Mientras tanto, Nuria Roca –que regresa a Cuatro seis meses después de que finalizara “Factor X”- relatará las aventuras a las que se enfrentaron las tres familias, que no supieron que iban a convivir con una tribu “hasta que llegaron al poblado donde estaba asentada su tribu”.
“Viajar en familia puede ser una experiencia maravillosa o todo lo contrario; una olla a presión que te estalla en las narices”, ha comentado la presentadora que, asegura, “los participantes han vuelto siendo mejores personas”.
Así son las tres familias de “Perdidos en la tribu”
Sin saber su destino ni el objetivo del viaje, tres familias aceptaron el reto que les propuso Cuatro: los Carrión-Roldán, un matrimonio y dos hijas mellizas que dejaron Cataluña para embarcarse en una aventura desconocida; los Molina-Herrera, seis tinerfeños con ganas de hacer, por primera vez, algo completamente en familia; y los Recuero-Oliva, una pareja de Toledo formada por una mujer de armas tomar, sus dos hijos y su nuevo compañero sentimental, que viven entusiasmados ante la idea de no saber a qué riesgos tendrán que enfrentarse.
Tres familias que deberán ponerse a prueba día a día y que tendrán que echar mano de grandes dosis de entereza, de su carácter más negociador y de mucha habilidad emocional.
Familia Carrión-Roldán
José y Montse es un matrimonio de Badalona. Ella es ama de casa y él trabaja como albañil. Aunque nadie lo diría, Marta y Laura, sus hijas, son mellizas. Laura es ordenada y responsable. Sin embargo, Marta personaliza el desorden en todas las facetas de su vida. Ambas están muy unidas y comparten una misma afición: arreglarse.
Familia Molina-Herrera
José Manuel y Auda han formado una gran familia en Tenerife. Ivonne, la hija mayor, vive obsesionada con el color rosa. Su madre dice que es demasiado presumida. Kevin es un deportista con novia formal. Eric es el bromista de la casa mientras que Carla, la hija pequeña, con tan sólo 11 años piensa más en fútbol que en muñecas.
Familia Recuero-Oliva
Una temprana maternidad y una separación algo difícil han hecho de Sonia una mujer de armas tomar. Luismi, su nuevo compañero sentimental, llegó a sus vidas hace 2 años y todavía sigue adaptándose a su carácter y su excesiva sinceridad. Jonathan y Ventura adoran a su madre y son conscientes de que aunque Luismi no es su verdadero padre, adora a Sonia y quiere que todos se conviertan en una familia ejemplar.
Tres de las tribus más primitivas del mundo
El destino de estas tres familias será mucho más duro que lo que podrían imaginar: tres de las tribus más primitivas del mundo, que desconocen la civilización occidental y que viven con lo más básico. Las familias viajarán hasta recónditos parajes de África y Asia para adentrarse en lo más profundo del desierto o de la selva y retornar allí a los orígenes.
Los Carrión-Roldán descubrirán que tendrán que vivir como verdaderos hombres primitivos y adaptarse a la tribu Himba, en Namibia. La familia Recuero-Oliva iniciará un largo viaje hasta Indonesia que les llevará hasta la selva en la que habita la tribu Mentawai.
Por su parte, los Molina-Herrera aterrizarán en pleno desierto del Kalahari y se sorprenderán al saber que tendrán que adaptarse a la forma de vida de los Bushman. Tres tribus completamente diferentes a las que sólo les unen los riesgos de sobrevivir en un entorno natural completamente salvaje.
- Los himba viven en una remota zona desértica en el norte de Namibia. Son un pueblo muy orgulloso cuyo ganado constituye su mayor fuente de riqueza. Los himba viven de leche agria, “orehere”, un puré elaborado con harina de maíz y agua, y en ocasiones especiales pueden comer carne. Especialmente de cabra, cuya piel utilizan para hacer ropa.
- Los mentawai constituyen una de las tribus más fascinantes del mundo. Viven en la profundidad de la jungla indonesa de la isla de Siberut. Mantienen costumbres ancestrales y viven en clanes en torno a una casa alargada llamada Uma. También se les conoce como los hombres flores por los coloreados adornos que utilizan. Se alimentan de sagu, un árbol muy abundante en su zona, cazan y pescan. Aunque uno de sus manjares son las larvas vivas.
Los hechiceros (“chamanes”) tienen un importante peso en esta sociedad. Están en contacto con los espíritus y cuentan con extensísimos conocimientos sobre plantas medicinales para curar a los heridos. Fuman constantemente tabaco salvaje.
- Los bushman viven en el desierto del Kalahari (Namibia) en condiciones climatológicas extremas. Es un pueblo monógamo y bastante igualitario, aunque las decisiones las toman siempre los hombres. Cazadores y recolectores, son cariñosos, dulces y suelen vivir en armonía.
Las tres familias comienzan su aventura este domingo
En la primera entrega de Perdidos en la tribu comienza el verdadero viaje para las tres familias españolas. Los Carrión-Roldán, los Recuero-Oliva y los Molina-Herrera se embarcan rumbo a sus destinos, sin saber lo que les deparan las próximas tres semanas lejos de sus hogares.
En el aeropuerto, una a una las tres familias reciben el último consejo de Nuria Roca. Les advierte que habrán de enfrentarse a numerosos peligros y que sólo manteniéndose unidos lograrán salir victoriosos del desafío de sus vidas.
Es la hora para los Carrión-Roldán: descubrirán el nombre de su destino, tomarán un avión hasta Namibia y tras un arduo viaje en camioneta serán recibidos por los miembros de la tribu himba, un poblado africano que no deja de tocarles y acariciarles, sorprendidos por el blanquecino color de la piel de la familia. José, Montse, Laura y Marta están ahora completamente solos.
No entienden el idioma, no saben qué tendrán que hacer a partir de ahora y se encuentran en un terreno extraño en el que sólo existe tierra árida y varias cabañas. Sólo comprenden, al llegar la tarde, que las mellizas tendrán que dormir con las jóvenes de la tribu, Montse con las mujeres y José con los hombres: todos por separado y sin poder comunicarse.
Al final del día el primer Consejo tribal les dará la bienvenida: han sido elegidos para convertirse en verdaderos himba y sólo adaptándose a sus costumbres lograrán el objetivo del programa. La incertidumbre invade a la familia.
Por su parte, los Recuero-Oliva descubre también en el aeropuerto cuál será su destino: Indonesia. Pero no todos en la familia están satisfechos. Ventura, el hijo menor, quería ir al Amazonas. Está decepcionado y ha desaparecido su entusiasmo. Sin embargo éste se convertirá en el menor de los problemas.
El suyo será el viaje más largo y duro del programa. Horas en avión, autobuses, un pequeño barco, lanchas a través del mar abierto, una canoa en pleno aguacero y un duro camino por la jungla. Luismi, Sonia, Jonathan y Ventura sufrirán además las terribles lluvias del Monzón. Antes de llegar a la tribu habrán tenido que sortear enormes charcos de barro, grandes agujeros en el suelo y una vegetación abundante y desconocida.
La familia está agotada, y al llegar a la tribu Mentawai se encuentran a un grupo de indígenas a los que no entienden en absoluto. Comenzará entonces una ceremonia de recepción en la que se enfrentarán por primera vez al verdadero objetivo de Perdidos en la tribu. Tras la ceremonia los Recuero-Oliva están alarmados. Han sufrido en el viaje, el lugar no parece nada cómodo y están convencidos de que no lograrán sobrevivir en la jungla.
Los tinerfeños Molina-Herrera viajarán rumbo al desierto del Kalahari. Pronto comenzarán a descubrir el árido paisaje al que se dirigen y serán abandonados, entre las dunas, por el que ha sido su guía durante el viaje. Para su sorpresa, una vez solos en el desierto, varios indígenas ataviados con cabezas y pieles de leopardo salen en su busca corriendo como si fueran animales.
Tras el escalofrío inicial, la familia Molina-Herrera llega a su destino: la tribu Bushman. Allí serán recibidos con todos los honores: bailes, gritos, música primitiva, palabras ininteligibles… Emocionados, impresionados y algo temerosos, la familia acudirá a su Consejo tribal de bienvenida y comenzará la noche con la incertidumbre de qué pasará con ellos después.