TiVo no es el final de la publicidad
Había miedo en el ambiente. Desde que debutaron en el ruedo de la industria los videograbadores personales, los publicistas temían que el público siguiera al pie de la letra la premisa de ver lo que sólo se desea. Y con la posibilidad de saltar automáticamente los anuncios, los ingresos publicitarios comenzaran a menguar. Pero un estudio realizado por la compañía Statistical Research entre 4.000 usuarios de TiVo demuestra que no es así. A diferencia de otros análisis, los encargados del estudio escrutaron en riguroso directo el comportamiento de cada uno de los 4.000 usuarios de TiVo. ¿Qué sucede cuando el usuario tiene la posibilidad de grabar dos programas simultáneamente, que puede hacer zapping con los anuncios? Pues de momento no hay mucha diferencia del usuario que tiene un video normal o del que ve la televisión sentado cómodamente en su casa. La gente es más selectiva con lo que ve. Y eso incluye los anuncios, que también son vistos. Las razones, demasiada pereza o porque estaban interesados. Al haber tanta personalización con el programa, eso parece ser que incluye al anuncio, y la persona se queda a verla. También juega a favor de la publicidad el hecho de mejor definición de pantalla además de que siempre se puede detener la publicidad, repetirla y rebobinarla cuantas veces sea necesaria. “A lo largo del estudio pudimos observar que la gente sufría un rechazo a priori de los anuncios. Pero luego, sorprendentemente, los veían”, según John Corey, director de Greystone Communications, la empresa encargada de hacer el estudio. No hay que dormirse en los laureles De cualquier manera, no hay que esperar que tenga un impacto positivo. Estos nuevos sistemas van a revolucionar el mundo de la televisión y del entretenimiento tal como se conoce hasta ahora. Por eso, el estudio señala que la publicidad deberá adaptarse. “Deberán ser anuncios más dinámicos, más enfocados al entretenimiento”, señala Corey. Otra de las conclusiones, apunta a que el usuario de TiVo está más concentrado y contempla el programa con más eficiencia. Esto es, que no se levanta, hay más silencio. Por ejemplo, había personas que tenían un día completo de los juegos olímpicos, pero que lo veía en dos horas, seleccionado lo que él quería. Durante ese periodo de tiempo, el telespectador permanecía concentrado y atento a lo que veía en ese momento. Por ello, señala el estudio, incluso pueden verse más afectados los programas que la publicidad. Shows que cada dos por tres se cortan al estilo y a continuación... deberán replantearse, si sistemas como TiVo o ReplayTV logran implantarse cada vez más. Noticias relacionadas -¿Salvará el comercio electrónico la televisión?