Imputados y 'emputados'

No creo que sea original decir que en España no se conjuga por los políticos el verbo dimitir. Estar imputado en este país diferente del resto de Europa da igual, y aunque la cuestión a nivel de alarma social suba a estar emputado, la quisicosa se resiste con buenos ánimos y sobre todo cara dura. Por poner sólo un ejemplo, que en la democrática Europa hay muchísimos, basta recordar que el expresidente de la República Federal de Alemania, Christian Wulff, presentó la dimisión porque aceptó de un millonario alemán el pago de unas vacaciones en la isla turística de Sylt, en el Báltico, y además el regalo de un chalet unifamiliar a cambio de una serie de concesiones del millonario amiguísimo, herr Groenewold. No hace falta recordar a mis instruidos lectores que el presidente de la República Federal de Alemania es el equivalente al cargo de rey en las monarquías, pero que ninguno de los presidentes republicanos son inviolables y no tienen inmunidad absoluta como la tiene Felipe VI sin ir más lejos. Lo cierto es que Wulff se vio emputado duramente por la prensa alemana, con el prestigioso e influyente Die Welt en primera línea, y tuvo que sacar bandera blanca y mandarse a mudar a su casa y dejar la política.

Otro asunto/trasunto que se las trae es la de la alcaldesa de Telde María del Carmen Castellano, que está imputada en el caso Faycan, a la cual el Ministerio Fiscal le pide cinco años de cárcel por malversación, fraude, falsedad y blanqueo, y que ha recibido un diferido del juicio del presidente de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Emilio Moya, cuyo argumentario de retrasar la vista es “de sentido común no interferir en la carrera electoral de María del Carmen Castellano”. En este sumario también se le pide seis años de cárcel al antecesor de María del Carmen Castellano, Francisco Valido, y hay unas treinta personas más imputadas en el meollo de la cuestión. Pregunto a una serie de abogados y jueces porque no entiendo bien el asunto/trasunto del retraso, y la mayoría discrepan de la decisión de su señoría Emilio Moya. Al margen de la cuestión jurídica, desde el punto de vista político no creo que al Partido Popular le venga muy bien presentar de nuevo a la alcaldía de Telde a una imputada por el caso Faycan.

Cambiamos de Telde y nos vamos para Mogán para comernos un pescado fresco, y vemos que el Ayuntamiento sigue podrido, y que el alcalde Francisco González sigue emputado, perdón imputado, en el sumario de Góndola, y así y todo el Partido Popular lo va a presentar en mayo 2015 para renovar en la alcaldía de Mogán, Dios nos libre y guarde. Los delitos que se le acusan a Francisco González son los de prevaricación, malversación de caudales públicos, negociaciones prohibidas y tráfico de influencias, un panorama nada bueno, pero por lo visto al presidente del Partido Popular canario, José Manuel Soria, le encanta y disfruta con compañeros presuntos delincuentes, y dos salmones de Mogán.

Veo la lista del Corruptómetro que está al día de los casos de corruptelas, y para no cansarles de lo que ya saben los amables lectores, direles que el Partido Popular está en cabeza destacado, seguido de la CEOE (empresarios), y luego siguen en la clasificación el PSOE, Convergencia i Unió, UGT, Comisiones Obreras y en último lugar Izquierda Unida, la menos que tiene emputados. De los partidos más influyentes en el panorama político se salvan y están libres de corruptos, el Partido Nacionalista Vasco, con el mérito que han gobernado Euskadi desde la transición salvo los cuatro años de Patxi López, y también están “limpios” Bildu y Amaiur, marcas de Herri Batasuna, Esquerra Republicana de Cataluña y Compromis de Valencia. Al menos no se les conoce ningún caso, aunque no pongo la mano en el fuego de que puedan surgir algunos tal y como está el panorama del corruptómetro. De imputados y de emputados anda la cosa, pero lo que resulta en los países europeos democráticos es que un imputado se manda a mudar y se retira de la política.