El asesino de Oslo abandona el tribunal en un convoy de la Policía

OSLO, 25 (Reuters/EP)

El presunto autor de los atentados perpetrados en Noruega el pasado 22 de julio, Anders Behring Breivik, ha abandonado el tribunal de distrito de Oslo en un convoy de la Policía una vez concluida su primera comparecencia ante la Justicia, que ha durado 35 minutos, según informaron fuentes policiales.

La sesión se ha celebrado a puerta cerrada por motivos de seguridad y para impedir que el encausado aprovechara la vista para hacer un discurso de progaganda política, y, por ello, no ha contado con la presencia de medios de comunicación ni de público. El juez anunciará por escrito sus conclusiones a lo largo de este lunes.

Breivik había llegado este mediodía al tribunal para prestar declaración sobre el atentado con bomba de la capital, que causó siete muertos, y sobre el posterior tiroteo contra una reunión de las juventudes del Partido Laborista en la isla de Utoya, en el que podrían haber muerto 86 personas (aunque la Policía ha anunciado que podría revisar este balance a la baja en las próximas horas).

Su llegada estuvo rodeada de una fuerte tensión y varias personas que se habían concentrado en el exterior del tribunal golpearon las ventanas del vehículo en cuyo asiento trasero se encontraba Breivik escoltado por la Policía, mientras le llamaban “traidor sangriento”. El turismo, un Volvo de color azul oscuro, continuó su camino después de que interviniera la Policía. “Todo el mundo aquí lo quiere muerto”, declaró uno de los tres manifestantes que golpearon el coche.

PLATAFORMA PÚBLICA

Breivik, de 32 años, admitió ayer domingo ante la Policía que había cometido los dos ataques, pero negó cualquier responsabilidad criminal. Por ello, según la defensa, el presunto terrorista tenía intención de declararse “no culpable” este lunes el tribunal y de aprovechar su comparencia para explicar los motivos de los atentados.

Por ello, según su abogado defensor, Geir Lippestad, había solicitado que su comparecencia fuese pública y fuese transmitida en directo, e incluso que se le permitiera acudir vestido de uniforme. Tanto la fiscalía como la Policía noruega habían pedido que la comparecencia se celebrase a puerta cerrada y el tribunal no le autorizó el uniforme.

Según se informó antes de la vista, la fiscalía noruega ha pedido ante el juez que se apruebe un periodo de detención adicional de ocho semanas para Breivik, durante las cuales permanecerá en régimen de aislamiento, sin acceso a noticias, cartas o visitantes, a excepción de un abogado. Asimismo, los fiscales habrían solicitado la prolongación del régimen de detención, por cargos de terrorismo, hasta el inicio del juicio. Según la Policía, el juicio podría comenzar dentro de un año.

La pena máxima en Noruega es de 21 años, pero la ley permite una prolongación de la condena si existe en riesgo de reincidencia en el delit. “En teoría, podría estar en la cárcel el resto de su vida”, declaró un profesor de Derecho Penal de la Universidad de Oslo, Staale Eskeland.

Antes de los atentados --que han causado al menos 93 muertos, aunque la Policía podría revisar este balance a la baja--, Breivik difundió por Internet un manifiesto titulado '2083-Una Declaración Europea de Independencia', en el que, en nombre de “los pueblos indígenas libres de Europa”, hace un llamamiento contra la “invasión islámica” y en favor de la “guerra preventiva contra todas las élites culturales marxistas y multiculturalistas de Europa Occidental.

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