Demasiados consortes

Pero el de Toñi Torres y su esposo, el interventor municipal, no es por desgracia el único caso de nociva cercanía de parentesco y de mezcla de lo personal y lo familiar con lo público. La siempre polémica concejala Guadalupe López, ahora del PP y antes del CCN de toda la vida, actúa fuertemente marcada por la personalidad de su esposo, Salvador Santana, un contratista de obra que ha cosechado una importante fortuna que le permite dedicarse a la política en la sombra. Es el responsable de muchos enfrentamientos y crisis en la Corporación por la natural influencia que ejerce sobre su esposa. Pero hay más. Mari Carmen Castellano hizo un trueque de pareja con José Manuel Arnáiz mandando al Puerto a su esposo y recibiendo en la Agencia de Desarrollo Local a la mujer del presidente portuario. Y Antonio Reyes, ahora deportado provisionalmente a Tenerife, es asesor influyente de sus hermanos, Guillermo y Carmelo, y volvemos al tanto monta, monta tanto.