Segura, seguro

Se lleva buenas tarascadas políticas y ciudadanas el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, que está lidiando de manera distinta a todos los demás con el problemático asunto de la inmigración irregular. No se calla ni debajo del agua, lo que en política equivale a poner en riesgo tus bigotes. Segura, que es perro viejo, lo sabe, pero contesta a sus colaboradores que alguien tiene que mojarse ante la terrible evidencia de la abstención general. Por desgracia, los que se meten en el percal se apuntalan a las tesis más xenófobas, o terminan pidiendo cuentas al Rey, lo que a las claras demuestra que estamos ante un nacionalismo de chochos y pejines. Segura está en todas las quinielas socialistas, aunque la cada vez más firme candidatura de Saavedra a la presidencia del Gobierno lo descabalgue de unas primarias. Ya sonó en 2004 para un ministerio o una secretaría de Estado, lo que no debe volver a descartarse en absoluto. Valentía no le falta. Y aunque en aparente soledad, sabe que tiene sus apoyos.