Se defendía el interés público

Fue con los bomberos del Consorcio de Emergencias literalmente haciendo el bestia cuando la tensión alcanzó cotas verdaderamente deplorables, con esos profesionales traspasando todos los límites establecidos, destrozando medios públicos y acudiendo a insultar al presidente del Cabildo a cuantos actos se presentaba. Como siempre, al final, hubo que ceder, y es ahora la Justicia, a través de una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo la que ha avalado las actuaciones de Rosa Monzón y su equipo. Ante un recurso de UGT pidiendo la nulidad de las medidas tomadas por el organismo, el juez da por sentado que las modificaciones en los derechos de los bomberos en materia de permisos, vacaciones, calendario laboral, horarios, etcétera, se hicieron “para preservar la viabilidad económica del consorcio” y en base a la “salvaguarda del interés público”, consideraciones estas que a los bomberos sonaban a chino. Permanezcan atentos a sus pantallas que más pronto que tarde volverán a reclamar sus sagrados derechos a trabajar un par de días al mes y ser ellos mismos los que se organicen para poder compatibilizar su trabajo como funcionarios públicos con sus otras lucrativas ocupaciones.