Los directores protestan

Las protestas de los directores de oficinas de La Caja tienen su lógica: vamos a ver, Juan Antonio, si la gente no cobra su sueldo puntualmente, si se lo ingresan el día 15 o el día 20, y a veces a mes vencido, ¿no sería más razonable fijar el límite de morosidad a los 45 días? Pues va a ser que no. De este modo tan radical, se entiende que este jueves se haya montado un importante pollo en la oficina de Reclamaciones de la central de Triana. La empleada no daba abasto, la pobre, y de todas las reclamaciones que recibió quizá fuera la más llamativa la de un jubilado que se subía por las paredes: por una deuda de 21 euros en una de sus cuentas, le bloquearon otras dos en las que tenía, respectivamente, 14.000 y 180.000 euros. Pero no se crean que el disparate se limita a las cuentas corrientes: si es usted avalista, tenga cuidado, que le bloquean.