Hasta el fondo

Parece más que razonable que el presidente del PP canario, José Manuel Soria, exija que la investigación judicial sobre la presunta trama corrupta en torno al negocio eólico llegue hasta el último rincón contaminado. Estaría bueno que no fuera así, que quedaran rescoldos de sospecha por algún tipo de favoritismo. Esperaremos con mucha paciencia los autos de procesamiento de los personajes que aparecen en escena, algunos de ellos del Partido Popular, a ver si llegado el caso, se aplica la doctrina de esa formación política del palo y tentetieso a todo aquel que esté incurso en movidas judiciales. Pero ya conocemos casos en los que la vara de medir tiene un potenciómetro distinto dependiendo del color político del presunto infractor. Pero ya puesto el señor Soria a exigir máximo rigor en la investigación judicial y policial, bien podría abrir la mano para que quede todo perfectamente aclarado en el terreno de lo político, porque el director general que aparece implicado en la trama eólica es de su propio partido, ocupó un cargo de confianza en una consejería que gestionó su hermano Luis y, además, es cargo orgánico de la formación que don José Manuel preside. Lo debería propiciar por salud democrática, a no ser que eso le irrite mucho.