El incendio de los papeles de México

Espionajes aparte, la vida política y mediática canaria se ha visto recientemente sacudida por los papeles de México, aquellos que alguien falsificó para extender la posibilidad de que el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, tuviera negocios multimillonarios en ese país. Una vez probado que esos papeles no resisten el menor análisis de autenticidad, y demostrado que el periódico El Día está al borde mismo del síndrome del NoW de Murdoch (salvando las lógicas distancias entre don Roberto y don José), el siguiente capítulo del culebrón habrá de estar en lo que descubra la Policía acerca de la autoría de aquel famoso poder notarial imposible. Los periódicos ya se han lanzado a especular sobre posibles autores intelectuales o instigadores de la fina falsificación, y en esa lista de sospechosos aparecen desde destacados miembros de Coalición Canaria deseosos de un precipitado final político de Paulino Rivero, como mandamases del PP canario, cabreados por la ruptura de relaciones con CC y la confirmada imposibilidad de gobernar las islas al menos a medio plazo. Lo que en principio se presentaba como un golpe certero a la línea de flotación del renovado presidente podría dar lugar a consecuencias muy graves para periódicos como el ABC o El Día, y al inesperado final de la carrera política de algún aforado que nosotros sabemos y ustedes se imaginan.