Los nervios del Niño Bravo

Dicen los expertos en soriásis que José Manuel Soria tiene un apasionado y aventajado pupilo en el alcalde de Santa Brígida, Lucas Bravo de Laguna, hijo del histórico dirigente del PP José Miguel Bravo de Laguna. Tanto se le va pareciendo en los gestos y en la soberbia que hasta lo empiezan a situar como el sustituto natural del líder del PP, que debería dejar la presidencia del partido si, como pronostican las encuestas, pierde las elecciones autonómicas de 2011. Así hizo Bravo de Laguna senior en 1999: dimitir como presidente regional del PP y dar paso (nunca se arrepentirá suficientemente) a este sujeto tan peligroso para el interés general. Pero volvamos al Niño Bravo, que cuando tocamos a Soria nos salimos por los cerros de Sataute y de Tafira Alta. Lucas Bravo de Laguna volvió a perder los papeles en el pleno municipal de este jueves, según nos han confirmado dos concejalas presentes en la sesión. Hasta tal punto los perdió que hizo saltar a la portavoz socialista, Dominica Fernández, que no se caracteriza precisamente por cabrearse ni por tomarse nada de este niño a la tremenda. Pero acabó abandonando el salón de plenos de manera airada. Veamos por qué.