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Nuevo Audi Q5, más músculo con menos peso

El Audi Q5 presenta un aspecto más musculoso acompañado de una perdida peso, hasta 90 kilos en alguna de sus versiones.

Pedro Umbert

Con el viento de la moda todocamino soplándole en las alas, el Audi Q5 lleva más de 1,6 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento en 2008 y puede presumir de un registro: haber comercializado el primer millón de esos vehículos en el plazo de menos de seis años.

En general, los clientes que han optado por el SUV mediano de Audi opinan con bastante razón que disponen de casi todo lo que ofrece un Q7 pero sin cargar con las enormes proporciones de éste. Con la segunda generación del Q5 que ahora llega a los concesionarios, esa creencia se demuestra más acertada que nunca.

El nuevo modelo recibe gran parte de la herencia tecnológica del buque insignia de la marca alemana, gana longitud y mejora en aerodinámica, cuyo coeficiente es ahora de 0,30. Además, como si hubiera pasado una temporada en el gimnasio, presenta un aspecto más musculoso pero ha perdido peso, hasta 90 kilos en alguna de sus versiones. Vamos, que ahora es todo fibra.

Una ligera optimización del espacio de carga hace que la capacidad del maletero pase de 540 a 550 litros, que son 610 cuando los asientos traseros se llevan al máximo de su desplazamiento longitudinal (novedad) y 1.550 si se abaten por completo. El portón trasero cuenta de serie con accionamiento eléctrico.

Los pedidos ya están abiertos para este todocamino que de momento está disponible con tres motores diésel y uno de gasolina. Los primeros son tres variantes del bloque 2.0 TDI que entregan potencias de 150, 163 y 190 caballos; el otro, un 2.0 TFSI también de dos litros y en este caso 252 caballos.

La gama parte de los 40.550 euros del modelo 2.0 TDI de 150 caballos, el único que lleva tracción delantera y cambio manual de seis velocidades, y llega a los 55.850 euros del 2.0 TFSI con tracción integral quattro y cambio automático S-tronic de siete velocidades. A lo largo del año se incorporarán las versiones SQ5 y 3.0 V6 TDI.

Todos los motores de cuatro cilindros van asociados a la nueva tracción quattro ultra, capaz de desacoplar el eje trasero cuando las condiciones de adherencia lo permiten y, por tanto, de reducir las fricciones y el consumo del vehículo. El sistema vuelve al esquema de tracción a las cuatro ruedas en cuestión de milisegundos cuando se acerca una curva o se pisa un charco.

El nuevo Q5 equipa de serie una suspensión dinámica, pero como opción se ofrece una del tipo adaptativo que comprende seis modos de funcionamiento. Dos de ellos están configurados para conducir fuera de carretera, y el más específico (lift/offroad) eleva la carrocería 4,5 centímetros con vistas a superar los obstáculos con mayor facilidad. La suspensión neumática permite también rebajar la altura del coche 5,5 cm para cargar el maletero cómodamente.

Según versiones, el nuevo Audi puede incorporar ayudas a la conducción que van desde la advertencia de colisión frontal hasta el asistente preventivo de eficiencia y el sistema que maneja el vehículo de forma autónoma en atascos, así como diversos dispositivos para facilitar y hacer más seguras las maniobras de aparcamiento.

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