Hablando de Telde, resulta muy edificante comprobar cómo se perpetúan los viejos hábitos, los de unos y otros, los de los de aquí y los de los de más allá. Canarias7 publicaba este lunes que el PP ha decidido enchufar por la vía dedocrática y sin pasar por la casilla de salida a un inquieto dirigente de Nuevas Generaciones, Enrique Lázaro, que había perdido desde hace tiempo todo contacto con la teta pública. Ha sido acusado de enchufismo por Nueva Canarias y el interesado se defiende argumentando que su entrada en la empresa Valora, dedicada a la gestión de tributos municipales en casi toda la isla, se debe a sus magníficas notas en las pruebas de acceso, un 9.8, extremo que no pensamos discutir porque suponemos que encima no va a inventárselo. Pero conociendo sus antecedentes políticos y lo espléndida que es esta tierra de tantas oportunidades para el leal afiliado, cualquier cosa es posible. La última vez que lo vimos en posición mamandurria, Lázaro ocupaba cargo de confianza, es decir, correveidile, colgadera, okupa? en Gestión del Medio Rural de Canarias, empresa vinculada a la Consejería de Agricultura que por entonces estaba en manos del PP. Allí no pegaba golpe y se dedicaba a utilizar los ordenadores para enviar correos insultantes y anónimos a los periodista desafectos al régimen. Le deseamos muchos éxitos en su nueva plaza, donde esperamos que por fin aprenda a trabajar y deje las conspiraciones para la gente madura.