Tiene mucha enjundia lo que ocurre en Mesa y López, con un Corte Inglés que se suponía era el líder, estrella y guía de la asociación, no ya por la inspiración divina, sino por ser vos quien sois y por el poderío que tenéis, olé. Creíamos que gozaba de gran predicamento porque, además de sus portentos, contaba con comerciantes que le seguían atentamente dentro de la asociación. Fue el caso el año pasado de José Luis Jiménez, el dueño de Progranvisión, que se presentó a la presidencia de la asociación apoyado por los grandes almacenes. No ganó, lo que empezó a poner en evidencia que existe un orden natural y democrático que a veces funciona en determinados lugares. Lo malo es que ese orden democrático se quiebra cuando hablamos de otras cosas. Por ejemplo, no parece muy aceptable que habiendo asumido El Corte Inglés el resultado de la última asamblea general, en la que se decidió no poner el alumbrado, haya roto ese consenso por una llamada del alcalde de la ciudad. Ni parece serio que el representante de los grandes almacenes en la asociación quede ahora desautorizado después de haber dado un voto de confianza al presidente para la gestión de esta crisis. Se acerca más al terreno de lo probable que el cambio de criterio responda a la necesidad de contar con todos los apoyos políticos de cara a resolver el bloqueo que sufre la instalación de un Corte Inglés en el corazón de Meloneras. Haber accedido a pagar las luces este año supone tanto como sentar un precedente, lo que debe haber puesto muy contentos a los comerciantes, tanto a los que han venido pagando siempre hasta este año, como a los ?astacaños? e ?insolitarios? (en el argot del alumbrado municipal) que nunca han aflojado un duro.