Espacio de opinión de Canarias Ahora
La carta
Querida sociedad:
Hoy me dirijo a ustedes con el corazón pesado y una mente abrumada por la carga que llevo en estos tiempos difíciles. Como miembros de esta sociedad, ustedes son mi comunidad, mi red de apoyo y solidaridad en este vasto mundo. Es por eso por lo que siento que les debo una explicación sincera y completa sobre la carga que he estado llevando en silencio, dado que, durante un largo período, he estado librando una batalla interna, una lucha silenciosa contra una serie de desafíos personales que han socavado mi fuerza y determinación. Aunque he tratado de mantener una apariencia de normalidad en mi vida profesional, la verdad es que he estado enfrentando tormentas en mi interior, tormentas que han llegado a un punto en el que ya no puedo seguir adelante sin abordarlas de frente donde quiero que sepan que no tomo esta confesión a la ligera. Como miembro comprometido de esta sociedad, sé que tengo un deber hacia ustedes, un deber basado en la honestidad y transparencia sobre lo que estoy enfrentando. Mi compromiso con el bienestar de nuestra comunidad, mi respeto por los lazos que nos unen, me obligan a abrir mi corazón y compartir con ustedes mis luchas.
Entiendo plenamente la confianza que han depositado en mí como miembro de esta sociedad. Y es precisamente por ese respeto y confianza que siento el peso de la decepción al admitir que no he estado a la altura de las expectativas que merecen de mí. Les pido sinceramente perdón por cualquier angustia o preocupación que esto pueda haberles causado. He aprendido a lo largo de los años que la comunicación abierta y honesta es esencial para el tejido social. Por lo tanto, no puedo ocultar el hecho de que mis luchas personales han afectado mi desempeño y, por extensión, han dejado su huella en nuestra sociedad en general. Reconozco plenamente que mis dificultades no solo me afectan a mí, sino que también tienen un impacto en cada uno de ustedes y en nuestra dinámica social en general. Por esa razón, es crucial que entiendan que esta decisión no ha sido tomada a la ligera. He reflexionado profundamente sobre cómo equilibrar mis responsabilidades personales y mi compromiso con la sociedad, pero he llegado a la dolorosa conclusión de que necesito tomar un tiempo para enfrentar y abordar adecuadamente estos desafíos. Mi compromiso con el bienestar de nuestra sociedad sigue siendo inquebrantable donde quiero que sepan que estoy dedicado a superar estos obstáculos y regresar con una determinación renovada y una energía revitalizada para contribuir al progreso y la armonía social.
Por eso, en estos momentos difíciles, donde hay que hacer la declaración de la renta para luego enfrentarnos al pago de los impuestos municipales, más allá de las liquidaciones trimestrales correspondientes y la consecuente aportación a la Seguridad Social, viendo para qué se usa la recaudación tributara, les pido su comprensión y su apoyo para poder transponer mis obligaciones sin que antes aparezcan derechos consolidados e incuestionables. No les pido que resuelvan mis problemas, sino que simplemente estén ahí. Les pido que mantengan la fe en nuestra capacidad colectiva de superar los desafíos que enfrentamos juntos y de construir un futuro mejor para todos. Agradezco desde lo más profundo de mi corazón su apoyo, su paciencia y su comprensión. Y paguen lo que cada cual pueda para que la maquinaria no se detenga.
Con todo mi compromiso y gratitud, me despido atentamente.
Sobre este blog
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