Lyng se carga Anfi Tauro

Impropio e imprudente, Björn Lyng, hombre al que hemos admirado y así lo hemos reflejado en nuestro periódico muchas veces, ha cometido un error imperdonable. Este fin de semana, asesorado por alguien con poco cerebro, publicó en la prensa local anuncios pagados para terminar de echarlo todo a perder, empezando por su proyecto de Anfi Tauro. Lyng ha confundido la libertad del medio, de este periódico, con lo que él llama insidias. Y hasta se atreve a jugar sucio al insinuar comportamientos reprobables de nuestros socios para ocultar sus propios errores. Los que asesoran, los que presionan a los que asesoran, los mal asesorados, ¿por qué no arreglan las cuentas con el periódico?; ¿acaso creen que nuestros accionistas son los que escriben las noticias y comentarios?

Impropio e imprudente, Björn Lyng, hombre al que hemos admirado y así lo hemos reflejado en nuestro periódico muchas veces, ha cometido un error imperdonable. Este fin de semana, asesorado por alguien con poco cerebro, publicó en la prensa local anuncios pagados para terminar de echarlo todo a perder, empezando por su proyecto de Anfi Tauro. Lyng ha confundido la libertad del medio, de este periódico, con lo que él llama insidias. Y hasta se atreve a jugar sucio al insinuar comportamientos reprobables de nuestros socios para ocultar sus propios errores. Los que asesoran, los que presionan a los que asesoran, los mal asesorados, ¿por qué no arreglan las cuentas con el periódico?; ¿acaso creen que nuestros accionistas son los que escriben las noticias y comentarios?