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Y los móviles sin apagar

Tanto se entretuvieron los organizadores de la conferencia de María Teresa Fernández de la Vega en los preparativos de alto nivel (acudieron como invitados algunos destacados empresarios, algún director de periódico y representantes sindicales y de otros partidos) que se olvidaron de advertir a la concurrencia que en todos los actos de este tipo es de obligada cortesía y de buena educación apagar los teléfonos móviles. Al menos en quince ocasiones sonaron pitidos de llamadas, de aviso de mensaje o de todo a la vez en el auditorio que casi llenaba la Sala de Cámara. Hubo quien recibió varias llamadas y hasta las atendió, como si estuviera en la salita de estar de su casa viendo una del Oeste. La guinda la puso el politono de corneta del Ejército que sonó en el tramo final de la conferencia de la vicepresidenta, que le obligó a anunciar el inminente final de su intervención. Dicen las malas lenguas que el teléfono con ese toque militar es propiedad de un miembro de la Ejecutiva Regional del PSC.

Tanto se entretuvieron los organizadores de la conferencia de María Teresa Fernández de la Vega en los preparativos de alto nivel (acudieron como invitados algunos destacados empresarios, algún director de periódico y representantes sindicales y de otros partidos) que se olvidaron de advertir a la concurrencia que en todos los actos de este tipo es de obligada cortesía y de buena educación apagar los teléfonos móviles. Al menos en quince ocasiones sonaron pitidos de llamadas, de aviso de mensaje o de todo a la vez en el auditorio que casi llenaba la Sala de Cámara. Hubo quien recibió varias llamadas y hasta las atendió, como si estuviera en la salita de estar de su casa viendo una del Oeste. La guinda la puso el politono de corneta del Ejército que sonó en el tramo final de la conferencia de la vicepresidenta, que le obligó a anunciar el inminente final de su intervención. Dicen las malas lenguas que el teléfono con ese toque militar es propiedad de un miembro de la Ejecutiva Regional del PSC.