Para cabreo el que tiene una lectora, que nos ha contado con todo lujo de detalles lo que le ha ocurrido con unos días que se quería tomar de vacaciones en el sur de Gran Canaria. Utilizando una agencia de viajes virtual, Rumbo, el 12 de julio pagó cuatro días de estancia en el hotel Dunas Mirador Maspalomas, tras lo cual imprimió su bono de confirmación perfectamente validado. Tras días antes de personarse en el hotel, el 23, la señora recíbió una llamada de Rumbo para indicarle que había overbooking y que le ofrecían una alternativa, un aparthotel en medio del ruido de los complejos turísticos de Maspalomas. Les contestó que ella quería lo que había pagado, pero le indicaron que era imposible porque su habitación se la iban a dar a unos alemanes que habían pagado un todo incluido desde su país de origen. No es sólo que se frustren tus vaciones, que ya jeringa, ni que tu habitación se la den a alguien que -seguro- ha pagado menos que tú y va a dejar menos todavía aquí. Lo que termina de llenarte la cachimba es que, una vez has renunciado, tarden más de una semana en devolverte las perras. Que viva la crisis turística.