Las cosas que le pasan en la vida política a Santiago Pérez, de momento secretario general del PSC tinerfeño, sólo le ocurren a él. Ya saben que ha caído en desgracia dentro de su propia formación después de que él mismo, con su mecanismo, hiciera caer en desgracia a unos cuantos que le están esperando en la bajadita. Pérez, que es muy echado p'alante, dice que no, que él suma apoyos suficientes para ser reelegido en el congreso de noviembre. Pero en fin, entre tanto, no deja de encontrarse en Santa Cruz (todas las ciudades de Canarias son pueblos chicos) con alguno de sus damnificados. Por ejemplo, el lunes, Pérez entraba en el ascensor del Parlamento para dirigirse a su puesto en el Grupo Parlamentario. Dentro del chisme había varias personas a las que el diputado socialista preguntó a qué planta iban. “Aquí creo que vamos todos a la misma planta”, le contestaron. Era la sexta, la del Grupo Socialista.