Vamos a dejar en el capítulo de lo simplemente anómalo lo que le hizo Luis Hernandez, anterior virrey de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, a la empresa Riofisa, propietaria mayoritaria del centro comercial El Muelle, también conocido como El Mamotreto, y en los ambientes más cultos y minimalistas de la escuela catalana, The Mamotretum. No se habrán olvidado ustedes de aquel cúmulo de anomalías que rodearon los inicios, tramitación, concesión, licencia e inauguración de este macrocentro comercial que tanto indignó al personal grancanario. Pero esas anomalías de antaño pueden quedarse chicas si llegaran a buen puerto -Jesús, qué fino- las pretensiones puestas de manifiesto este viernes por el equipillo de Arnáiz, colocado como presidente de la Autoridad Portuaria por el dúo de Oriente para determinados remates. Y el de Riofisa es uno de ellos.