Pero, aún en el caso de que a Mauricio y a Paulino les entregaran el informe la semana pasada, a la vez que se lo hicieron llegar a Canarias 7 y a este periódico, ¿debemos creer de verdad que ni el uno ni el otro tuvieron que ver a) con el encargo en cuestión, y b) con el contenido del encargo en cuestión? Si el informe no se elabora a petición de Carmelo Ramírez y los suyos, es fácil deducir que lo hizo la parte contraria a la parte contratante, es decir, Mauricio y los de él. Para no cansarles, que ya está bien: el informe lo redactó a su manera Fernando González, y tras él intervino en la literatura otra mano más ilustrada que le dio brillo y esplendor. De ese segundo militante amanuense no conocemos con precisión su identidad, pero todos sonríen en CC cuando se recuerda que González no es casi nadie sin Aurelio Ayala. Y si uno revisa las exclamaciones, los giros y cierto tufillo que rezuma el documento, es muy fácil concluir que salió de una ex célula del PCE. Pero Mauricio ha dado su palabra de honor, y hasta eso hay que respetarle al camarada.