La primera granja de pulpos del mundo, que se proyecta en Canarias, necesitaría hasta 28.000 toneladas de peces para alimentarlos, según una estimación de la organización internacional ‘Compassion in World Farming’ (CIFW) hecha pública este mismo miércoles 8 de octubre, Día Mundial del Pulpo.
Esa cantidad de capturas, que equivale a unos 2.100 millones de ejemplares, sería tan solo para cubrir el primer año de explotación de la granja, cuya promotora, la empresa gallega Nueva Pescanova, espera arrancar produciendo unas 3.000 toneladas de pulpo, en torno a un millón de individuos.
Las estimaciones se han difundido en un nuevo informe de CIWF que alerta sobre la “amenaza creciente” de la acuicultura de especies carnívoras como el pulpo, poniendo el foco en los impactos de la futura granja que prevé levantarse en el Puerto de Las Palmas, todavía en fase de evaluación ambiental, siguiendo su “curso administrativo”, reconocieron hace meses fuentes de Nueva Pescanova a Canarias Ahora pese a los rumores de abandono.
Los cálculos de la mencionada organización animalista indican que, si la producción de la compañía española alcanzara los 3,2 millones de pulpos anuales, harían falta hasta 90.000 toneladas de peces para alimentarlos, unos 7.000 millones de ejemplares.
CIWF dice haber estimado esas cifras analizando cuánto alimento necesita el pulpo para crecer en cautividad y cuántos peces se requieren para producir esa comida, compuesta principalmente por harina y aceite de pescado (sobre todo de peces forrajeros, como la anchoa, la sardina, el arenque y la caballa).
Además, ha considerado, según la relación de conversión alimenticia (FCR, en sus siglas en inglés), que se necesitarían tres kilogramos de pienso para producir uno de pulpo. Mientras que Nueva Pescanova, de acuerdo con el documento, cree que con dos kilos de pienso sería suficiente. De ahí que, con esa conversión, las capturas se reducirían hasta las 18.600 toneladas en el primer año, 10.000 menos que en el peor escenario.
El documento señala igualmente a España como uno de los países de la Unión Europea que está empujando por la expansión de la acuicultura “hacia nuevas especies que requieren un uso intensivo de piensos”. El ejemplo más claro de este crecimiento, continúa el texto, sería la cría industrial de pulpo, inédita hasta ahora.
La idea de estrenarla en Gran Canaria ha generado un enorme debate social desde que Nueva Pescanova anunció sus planes, en 2021, por el bienestar animal, la sostenibilidad y la seguridad alimentaria. Múltiples científicos y colectivos se han opuesto al proyecto ante el reconocimiento del pulpo como una especie altamente sintiente, solitaria y aparentemente “incompatible” con su cría en cautividad.
“Los pulpos son animales increíblemente inteligentes y sensibles. Criarlos de forma intensiva en tanques no solo supone un grave problema ético, sino también ambiental”, explica Elena Lara, asesora de investigación y políticas de CIWF. “Convertir a Gran Canaria en el epicentro de esta industria dañaría la imagen sostenible del Archipiélago y pondría en riesgo los recursos marinos locales”.
El informe de ‘Compassion in World Farming’ puntualiza al mismo tiempo que los altos niveles de capturas necesarios para la acuicultura del pulpo “ejercerán una presión adicional sobre las poblaciones ya sobreexplotadas”, exacerbando la sobrepesca y mermando la resiliencia de los ecosistemas marinos en los países de origen.
“A menudo se promociona la acuicultura de especies carnívoras como una solución para la seguridad alimentaria. Sin embargo, en realidad la está vulnerando”, añade Lara. “Incluir nuevas especies carnívoras, como los pulpos, disminuiría los recursos pesqueros y pondría en situación de riesgo a las comunidades costeras del Sur Global para incrementar los beneficios privados y los mercados de lujo, en lugar de servir a las personas que más lo necesitan”.
El pasado fin de semana, promotoras de una nueva campaña lanzada por CIWF recorrieron puntos emblemáticos de Las Palmas de Gran Canarias para “sensibilizar a la población local” y recoger firmas para detener la construcción de la granja. Por el momento, aún no se ha levantado ni un solo bloque para ello.
La iniciativa de Nueva Pescanova continúa en el procedimiento de evaluación ambiental ordinaria, el método de análisis ambiental más exhaustivo, después de que la evaluación simplificada hallara posibles “efectos adversos significativos”, entre ellos el mal olor de la granja, que alcanzaría a una terminal de pasajeros cercana, y los residuos orgánicos, que podrían causar “un empeoramiento significativo de la calidad del agua portuaria”.
CIWF ha pedido a España que prohíba el cultivo de pulpo. Argumenta que esto protegería los ecosistemas, reduciría la presión sobre los bancos de peces salvajes y avanzaría en una producción de marisco ética y sostenible. Este verano, Sumar, ERC y Podemos presentaron una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para restringir la acuicultura con pulpos en el país, aún a la espera de ser tomada en consideración.
“En vista de los riesgos asociados a las granjas de pulpos, sus impactos medioambientales, especialmente en el ecosistema marino, la imposibilidad de criar a estos animales sin provocarles sufrimiento y la manifiesta demanda social de una mayor protección del medio ambiente y los animales, resulta necesario, coherente y proporcionado adoptar la medida de prohibición legal de la acuicultura con pulpos”, termina la exposición de motivos de la propuesta.