El proyecto de Tindaya “se hará realidad” pese a que el Gobierno reconoce su “alto coste”
El polémico proyecto monumental que el fallecido escultor Eduardo Chillida ideó hace dos décadas para la montaña de Tindaya en Fuerteventura “se hará realidad” pese a que el Gobierno de Canarias reconoce el “alto coste” que supone el mismo.
Un coste que, según ha asegurado la consejera de Turismo, Teresa Lorenzo, asciende a 17,9 millones de euros, de los que 1,9 se deben a las costas judiciales en las que el Ejecvutivo regional se ha visto envuelto desde que abanderó la construcción del monumento.
Un coste que no le cuadra a la diputada de Podemos Natividad Arnáiz, que recordó que ya en el año 2008 el entonces consejero de Política Territorial Domingo Berriel había cuantificado en 26 millones el gasto “sin haber movido ni una sola piedra”.
“Tindaya no se toca. Tiene un valor patrimonial incalculable por sí misma, porque el monumento ya existe, porque además es una montaña sagrada para los antepasados de los habitantes de la isla de Fuerteventura y un referente cultural y ecológico para los actuales”, insistió Arnáiz antes de anunciar que la fuerza morada va a promover iniciativas en cabildos, ayuntamientos y el propio Parlamento para que la montaña “sea considerada Patrimonio de la Humanidad en la modalidad mixta, tanto natural como cultural, por los valores que representa”.
Por su parte, la consejera ha insistido en que el proyecto cuenta con el apoyo del Parlamento, el Cabildo y los ayuntamientos de la isla, y responde al deseo de la sociedad, lo que ha sido rebatido por Arnáiz al recordar que las dos universidades canarias han criticado el “traje a medida” que supone el BIC para “perforar” la montaña y criticar la apertura de “expedientes sancionadores” a representantes de la comunidad científica que han criticado el proyecto.
