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Retos para una capital ciclista en Gran Canaria

Sabina Ortega

Las Palmas de Gran Canaria —

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha anunciado recientemente la creación de nuevos carriles bici, una medida que pretende incrementar el número de bicicletas y usuarios mediante una inversión de 2,5 millones de euros para la parte baja de la ciudad. Esta es una de las demandas que llevan acumulando los ciclistas que pedalean habitualmente por la ciudad, los cuales aseguran que actualmente la capital se encuentra poco adaptada.

Esa es una de las razones por las que muchos ciclistas de la ciudad tienen una cita cada último viernes del mes en el Parque San Telmo de la capital gran canaria. Rompiendo la fotografía cotidiana del parque se forma una estampa curiosa: numerosas bicicletas de todos los tipos, tamaños y colores comienzan a aglutinarse en un extremo del parque, donde los ciclistas se saludan y reencuentran. Sorprende la imagen, es inusual ver en la ciudad tantos vehículos de dos ruedas juntos. Algunos de sus propietarios incluso van con atuendos para la ocasión y otros llevan pitas y silbatos. A simple vista podría parecer una espontánea reunión de apasionados por las bicicletas – que también- pero lo cierto es que se trata de un evento llamado Masa Crítica.

Este movimiento, que se lleva realizando a nivel internacional desde los años 70, se puso en marcha hace unos años en Gran Canaria convocando a los ciclistas que quieran participar, cada último viernes de mes en el Parque San Telmo. Es un día fijado en el calendario para salir a la calzada de manera colectiva y reivindicar el espacio para las bicicletas. A pesar de que se encuentra dinamizado por el colectivo Las Palmas en Bici, los participantes acuden de manera individual y suele reunir a decenas de ciclistas de todas las modalidades. A todas estas, la fotografía del Parque ya cuenta con un buen grupo, por lo que entre tanto reencuentro se decide la ruta ciclista que trazarán ese viernes, se explican las normas viales y comienzan a pedalear por Las Palmas de Gran Canaria.

“Lo hacemos para dar visibilidad a los ciclistas en la ciudad. Muchas veces los coches no son conscientes de que las bicicletas también son vehículos, al poco de salir de la autoescuela ya se les olvida de que no podemos ir por la acera, sino que compartimos calzada”, asegura Marco Bolaños, miembro de Las Palmas en Bici y que participa también desde hace años en la Masa Crítica. Bolaños asegura que en el casco urbano aún queda mucho recorrido en materia de movilidad, “creo que todavía estamos en un 1 o 2 sobre 10, quizás este nuevo Ayuntamiento nos suba unos puntos más si se cumple con todo lo que se ha propuesto, pero aún hay muchas tareas pendientes”.

Y es que, moverse en bicicleta por la capital grancanaria a veces puede suponer todo un reto e incluso un riesgo de altura. Son diversos factores los que afectan: la variedad de carriles bici que existen en todo el trazado urbano (unos direccionales, otros bidireccionales, unos de un solo carril, otros de dos…) las zonas delimitadas de velocidad, donde la mayor parte de conductores no las acatan, la falta de aparcamientos específicos para la bicicleta o una constante sensación de inseguridad para muchos ciclistas.

“Yo sólo salgo en bici, lo que es a la carretera, con la Masa, si no voy por la Avenida Marítima. No circulo por el tráfico por respeto”. Manifiesta Elisa Santana quien participa desde hace un año y medio en MC “para reivindicar que existan más espacios en bici, que hay pocos. Yo cerraría unas cuantas calles de la ciudad y las haría peatonales”.

Los que pedalean la ciudad aseguran que se nota intención por parte del Ayuntamiento de mejorar en materia de movilidad, como mantiene Carolina López. Ella lleva cuatro años asistiendo a Masa Crítica y asegura que este evento es “una forma de visibilizar la bici, juntos se nos ve mucho más”. López sí ha notado ciertos avances en los últimos años y los valora de manera positiva. Pero Germán Martínez, que se encuentra a su lado, puntualiza que esos adelantos “no cuentan con los ciclistas y acaban dando como resultado el peor carril bici, estrecho y con menos kilómetros”.

Por su parte, la Concejalía de Movilidad parece haberse hecho eco de las demandas y en su nuevo proyecto quiere implementar nuevos carriles este mismo año, con 2,3 y 2,5 metros de ancho, bidireccionales y “más reconocibles” que los actuales.

Más ciclistas en las calles

Sin embargo, pese a que Las Palmas aún se encuentra en fase embrionaria en cuanto a la adaptación de ciclistas al tráfico, esto no ha impedido que el número de usuarios crezca de manera exponencial. La capital está comenzando a normalizar esta opción de movilidad y el Ayuntamiento se suma a emprender medidas en la ordenación del tráfico, creando nuevos carriles bici y apostando por un servicio de préstamo de bicicletas, aunque a juicio de los usuarios parecen llegar a cuenta gotas y rodeadas de polémicas.

El propio director general de Movilidad, Heriberto Dávila, aseguró en una rueda de prensa que “la ciudadanía no sabe cuando va caminando por Mesa y López si hay un carril bici o no”, y mantiene que entre los retos a mejorar en los años de mandato es la seguridad, tanto para el ciclista como para el peatón mediante la creación de vías fácilmente reconocibles y evitar la competencia en ese espacio público entre ciclistas y peatones.

Un ejemplo de la problemática actual es el carril bici en la calle Secretario Padilla. A pesar de que se estudiaron numerosas opciones finalmente se optó por realizar una línea de separación entre los coches y las bicicletas y que estas circularan en sentido contrario. Las quejas desde su creación, hace aproximadamente dos años, no han dejado de suceder. Muchos consideran que apenas existe separación entre los vehículos y denuncian la presencia de continuos cruces donde los coches invaden el carril bici para poder girar.

“Hay que valorar que es una buena iniciativa del Ayuntamiento, el problema es que está mal ejecutada, parece que quien lo diseñó no se había subido a una bici nunca. Es inseguro circular por él. Yo por lo menos prefiero directamente circular como un vehículo más, antes que ir por ahí, que los stops no están claros, y los coches te adelantan pegaditos” asegura Juan Méndez, quien se mueve en bici para “todo, desde ir al trabajo , quedar con mis amigos, es mi medio de transporte y también una forma de vida” relata.

El servicio de préstamo

En funcionamiento desde hace más de una década, el servicio de préstamo de bicicletas fomentado por el Ayuntamiento ha sido uno de los factores que ha impulsado y normalizado el uso de este vehículo en la capital.

Actualmente la flota cuenta con 150 bicicletas y trece estaciones. Y se avecinan mejoras: Heriberto Dávila, responsable del área de Movilidad, ya ha adelantado que este 2017 cambiará la empresa adjudicataria del servicio y se introducirán ciertas mejoras como las bicicletas adaptadas para personas con movilidad reducida.

Recientemente, desde el área de Movilidad tuvieron que replantear las bases de los préstamos tras registrar frecuentes incidencias, provocadas por el mal uso y ciertos actos vandálicos. Ahora, se ha limitado los préstamos de tres horas a una hora, con el objetivo también de que este servicio se utilice para el transporte de un punto de la ciudad a otro.

Los usuarios asiduos al servicio lo han visto con buenos ojos y se encuentran satisfechos aunque algunos siguen glosando inconvenientes: “Te sigues encontrando a veces con estaciones vacías, o con puntos mal conectados, por ejemplo San Cristóbal, que no tienes donde dejar la bici si llegas hasta ahí y con el tiempo limitado, te tienes que volver con la misma” se queja Néstor Rodríguez.

Y este es una de las grandes dificultades: conectar la parte baja de la ciudad con los puntos más lejanos como Ciudad Alta o el Cono Sur. Desde el consistorio mantienen que se encuentran estudiando diversas propuestas para mejorar esta situación pues, ahora, los ciclistas deben valerse de su propia capacidad física o de un coche privado para poder salvaguardar las cuestas.

La ciudad ideal de Las Palmas en bici

Hablamos de este y otros asuntos con el colectivo Las Palmas en Bici para saber qué propuestas aportarían a la ciudad:

-¿Cómo valorarían la movilidad en la ciudad?

La movilidad en la ciudad, como en la mayoría de nuestro entorno, está hecha y pensada para el coche. Sí, se puede decir que desde el Ayuntamiento, y con diferentes colores políticos, han querido moverse para cambiar esta tendencia.

-¿Se encuentra preparada para los ciclistas?

Sí, se encuentra preparada, la ciudad en su conjunto puede decirse que no, depende. La zona baja de la ciudad no solo por ser plana, sino por sus calles estrechas y algunos carriles bici está adaptada, por zonas, y dando los pasos para estarlo por otras. En cambio, la zona alta y periférica no. Y no solo por sus cuestas; las calles pensadas para circular a más de 40 (velocidad permitida y obligatoria en muchas calles), pocas aceras y pocos planes de conectar los barrios altos entre ellos, hacen que la zona alta se esté quedando atrás en cuanto al tema de la movilidad.

-En los últimos años se ha hecho una apuesta por parte del Ayuntamiento de la capital por mejorar la movilidad ¿qué tareas quedan pendientes?

Queda mucho por hacer. Aunque tal vez el paso fundamental que debe dar el Ayuntamiento, que de verdad quiera provocar el cambio de modalidad, es la valentía. Las actuaciones han ido encaminadas a hacer poco y a no levantar ampollas. Se podrían relatar numerosas cuestiones por hacer: aparca bicis, carriles segregados donde fuese conveniente, pacificación de las calles real (la gente no conoce ni se cree las zonas 30) o que de verdad apuesten por la movilidad, por mover personas y no por mover vehículos. Como reflexión, la propia página web del Ayuntamiento no tiene un apartado de bicis dentro de transportes. Pero lanzan mensajes sobre que la bici es una alternativa más para moverse. En cambio, la web del Ayuntamiento sí habla del aeropuerto, que ni siquiera está en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria.

-¿El soterramiento de la Avenida Marítima sería algo positivo?

Con el soterramiento, a primera vista es una buena idea para liberar el espacio al aire libre. Pero luego hay otras cuestiones que pueden torcer la idea. ¿Hacer carriles bajo tierra solucionará el problema de tráfico? ¿La cuantía de ese precio va a permitir hacer la obra bajo tierra y además adecentar la zona que quede despejada? En el fondo siempre subyace lo mismo, dar dineros para hacer vías para que circulen coches que con el tiempo se quedan obsoletas y atascadas.

El problema del Puerto de Las Palmas es que necesita y genera tráfico de mercancías y vehículos y ahora la vía de acceso es la Avenida del Mar. Esa vía de tráfico pesado debería desaparecer de la ciudad y una opción sería la construcción del túnel bajo el mar que plantea el Cabildo. De tal manera que la Avenida Marítima pasara a ser una vía con poco tráfico y se pudiera ganar el espacio para la ciudadanía.

-El carril bici de Secretario Padilla y las medidas de seguridad nuevas, han levantado polémica entre alguno de sus usuarios ¿Qué otros “puntos negros” hay en la ciudad?

El carril bici de Secretario Padilla es el vivo ejemplo de las medidas para no levantar ampollas que se han hecho, parches. La idea de un carril a contramano es muy buena, se usa en muchísimos sitios con buena aceptación. La ejecución realizada aquí, no. Es una calle que es de tránsito hacia/desde la playa de Las Canteras, por lo que poner bolardos o armadillos en el suelo no tiene mucho sentido. Lo mismo pasó con los bolardos que se colocaron en los esquinas para no estacionar y mejorar la visibilidad. Desaparecieron al cabo de unas semanas. La anchura del carril no es la recomendada, que es 1,20 metros. En cambio, tiene 90 centímetros de ancho lo cual es incómodo y más inseguro. Esa zona, como muchas, lo que necesitan antes que un carril bici es un ensanche de aceras y rebajar bordillos. Pero eso chocaría con una mentalidad muy arraigada aquí: aparcar encima de la acera. Y quitar la línea de aparcamientos para ello.

-Una tarea pendiente del Ayuntamiento es conectar la zona alta de la ciudad. ¿Cómo se podría solucionar ese problema?

Muchas ciudades que tienen cuestas como la nuestra, San Sebastián, Barcelona o Madrid, emplean las bicis eléctricas, que con el nuevo sistema de bicis parece que llegarán a la ciudad. Aunque medidas más grandes y que tendrían un buen impacto serían:

- Dejar subir bicis a las guaguas. Ya sea en líneas de poca ocupación o en horarios con poca afluencia.

- Construir ascensores, rampas y escaleras mecánicas. Existen en la ciudad pero no están conservados y mantenidos debidamente.

- Mejorar o crear conexiones pensadas exclusivamente para las bicis y/o los peatones. Como ejemplo, el barrio de El Batán. Está muy cerca de Vegueta-Triana, pero está conectado pensando exclusivamente en la movilidad a motor.

La nueva legislatura también sigue la línea fomentar el servicio de préstamos de bicicletas e incluso han adelantado que añadirán bicicletas adaptadas a movilidad reducida y eléctricas. ¿Cómo ven el servicio?

Está muy bien que hagan que el servicio crezca. Eso siempre atraerá a más gente y mejorará el servicio. El actual es muy mejorable desde las instituciones. Se agradece el esfuerzo que hacen los operarios que andan todos los días arreglando bicis y estaciones. Hacen una labor encomiable y pocas veces se dice. Ellos son los que mantienen el servicio en pie.

-¿Cómo valorarían una futura privatización de la prestación?

Con la llegada del nuevo servicio, se crearía un bono anual para su uso que costaría entre 35-55 € si no me equivoco. Creo que 35€ estaría muy bien porque no llegaría ni a 3 € al mes. Si queremos que el servicio mejore, hay que pagar algo, porque actualmente eso de que es gratis hay que cogerlo con cuidado. De algún lado está saliendo el dinero para reparaciones o para comprar nuevas bicis, aunque a la hora de usarlas no te cueste nada.

-Seis años después de la firma por parte de todos los partidos políticos del Pacto por la Movilidad Sostenible (PMUS), ¿Vamos camino de alcanzarlo?

El actual PMUS fue un gran paso para la ciudad porque se plasmó lo que la ciudad necesita. Tristemente, no se está cumpliendo por lo nombrado anteriormente, se han centrado en hacer parches para no molestar. El PMUS habla de la creación de 10.000 plazas de zona azul en la ciudad. Actualmente están en la mitad aproximadamente. Para ver hechas realidad obras de movilidad sostenible, debemos esperar años y se hacen de forma irregular. En cambio, para grandes vías, como por ejemplo, la IV Fase de la Circunvalación, se tardó poco y se pusieron las autoridades en marcha. El resultado: atascos que antes no existían en la zona de Tamaraceite- Universidad- Siete Palmas.

-¿Y qué tal el Plan Insular de Movilidad Sostenible de Gran Canaria, ¿se han puesto en contacto con ustedes para contar con su opinión?

No, el Cabildo para ese plan no se ha puesto en contacto. Por redes sociales hemos insistido con Antonio Morales y el consejero de Transportes Trujillo, con ninguna respuesta. Por los mensajes que lanzan, para ellos la movilidad sostenible solo es el coche eléctrico. Y por último, la ciudad planea hacer varios cambios con el BRT y nuevos carriles bici, ¿qué va a hacer el Cabildo para la gente que viene de fuera de la ciudad? No están ni se les espera.

Mientras tanto, cada día son más los que se deciden por utilizar la bicicleta como medio de transporte, evitando los atascos y, quizás, sumándose cada último viernes de mes a participar en la Masa Crítica.